martes, 27 de enero de 2009

SANTANDER DOS

Cuando íbamos de viaje, recordábamos cuando no teníamos hijos, no se les esperaba, e incluso parecía que no iban a llegar. Tiempos aquellos en los que pensábamos que nos dedicaríamos a darnos muchos besitos y a dilapidar la hacienda que fuésemos consiguiendo con nuestro trabajo. Y ahora que el rubiales llora desconsoladamente en la cama, uno añora aquel tiempo pasado. No lo de los besitos, que siempre caben, sino lo de los dos solitos y juntitos dilapidando la hacienda.

El viaje a Santander tanto a la ida como a la vuelta vino marcado por el libro que está leyendo la Parra. Se lo ha devorado. Se lo está devorando, ya que es gordo con ganas y le tiene muy pillado. También lo marcó el paseo de dos horas que nos dimos por el paseo, buscando la casa de Botín y que acabó con la Parra intentando alquilar una bici en un tenderete municipal. El asunto terminó mal ya que había que abonar 150 euros de depósito que te devolverían si devolvías la bici en buen estado, y claro uno que no se fía ni de ING menos de dar a nosesabequien 150 euros, con la esperanza que te los va a devolver cuando le entregues la bici. Y es que la Parra ha perdido fuelle, ya que por no tener tiempo, ya no tiene tiempo ni de ir de compritas o a mirar escaparates y eso se nota en su físico en estado de crecimiento.

Mañana iremos a IKEA. Cuando decidimos que nos vamos a IKEA (os acordais de la última vez que lo intentamos y acabaron todos en la cama enfermos?), significa que no hay trabajo. Pausa del guerrero. Pero el sólo pensamiento de hacer el viaje ya supone que mañana llegarán 3 tasaciones de las de muy urgentes, llamarán del colegio diciendo que alguno tiene fiebre y explotará el coche antes de salir. Es el virus nefando que se pondrá en marcha.

De los enanos poco que contar. La Petarda está muy preocupada, ya que el domingo murió la madre de Chichi y el lunes, que era el cumple de Chichi le llamamos por teléfono para felicitarla. La pobre que estaba muy afectada estubo todo el tiempo llorando. Y la Petarda preguntaba: "¿por qué Chichi está enfadada?". "No cariño, está triste porque su mamá se ha ido al cielo" le contesta con paciencia su madre. "Pero los mayores no lloran. ¿Y cuando vuelve su mamá?". Y hoy se lo ha preguntado a Chichi en directo. Y se lo ha explicado. Y la Petarda no ha entendido nada. Bueno nada tampoco. Ha entendido que ayer era el cumple de Chichi y que no ha soplado las velas, por lo que mañana le toca venir con una tarta para soplar las velas. Y es que lo enanos no perdonan una. Ni aunque se muera la madre de uno.

Lo de viajar ha gustado. Próximo viaje Torreciudad. Los que quieran que se apunten. Salida viernes 27 por la tarde. Consultar con la agencia de viajes Parraviajes para lugar de hospedaje y tarifas. El que avisa no es traidor.

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