sábado, 10 de enero de 2009

EL CONTINENTAL

Hoy en casa de los Murcum hemos comido: tres adultos hombres, nuestras mujeres respectivas embarazadas y seis niños, siendo la mayor la Petarda. dentro de un año, si nos juntamos los mismos seremos nueve niños jugando. Con éste panorama, está claro que el propósito de jugar a las cartas se ha ido al garete, por lo que hemos estado de animada tertulia hasta las 7 de la tarde.

La única que no ha disfrutado y ha sacado su lado más meloso, pegajoso y lapa, ha sido l pobre Ro, que está enferma con 39 de fiebre. ¿Qué tiene? Pues muchos mocos y llora cuando tose, por lo que le debe doler la garganta. Es un anuncio de la noche que nos espera.

La Petarda y el Rubiales se lo han pasado como enanos. Han disfrutado mucho, mucho. Y es que la Petarda pronto ha entendido que era la mayor y que había que jugar a lo que ella decía y punto. Y como manda mucho, se ha impuesto. El Rubiales que ya la conoce, se incorporaba al grupo o no, según su conveniencia.

Y después de darles de cenar y de acostarlos, han llegado los Castelló, con dos pedazos de tortillas de patatas y mientras Jovite sufría al Valencia, nos ha dado una paliza al Continental. Noche relajada y divertida. es gracioso esto del Continental. Nos hace volver a tiempos pasados enlos que nos sentábamos con los Itos (cuando éstos no estaban agotados por la nietería a la hora de jugar a las cartas) o con amigos y dedicábamos horas al juego del Continental, según las reglas de los Itos, que otras no sabemos.

Y con todos los que hemos estado, siempre tiene que haber una dosis de cotilleo, que si no no es reunión social que se precie: la novia de uno, si habrá boda, si los padres del otro. Ya se ve: deporte nacional.

No hay comentarios: