jueves, 27 de noviembre de 2008

TELEFONING

Telefoning: se dice de la acción de dar por saco a las personas, cuando más ocupados están, o se acaban de dormir los pequeños, o se quema la comida, por parte de teleoperadoras que te van a ofertar cosas, te interese o no.

En casa de los Parramanchos, el nº de teléfono es público, ya que coincide con la Gestoría Pufosa, que Parramancho tan bien gestiona. Las llamadas pueden ser muy diversas:

- "Oirga?. Ehtá er gehtor?" La voz de gitanete, ya supone que quiere su documentación. La Parra -suelen ser las 9,00 de la mañana- intenta bañar a Ro, desayunar y poner un par de lavadoras (poner lavadoras en esta casa está de moda. Se llama lucha contra el invasor, si te descuidas te meten a tí también). Le contesta, "mire Señor Tano, llame usted a Tovi" y le da el teléfono. El tal Sr. Tano insiste: "pero mire uhsté. Sabe argo de los papeles de mi cose?". Y la Parra, insiste: "oiga que no, que llame a Tovi".

- "¿El encargado de recursos humanos?", suelen empezar otras veces las conversaciones. Si me pilla de buen humor digo, "un momento por favor" y me vuelvo a poner yo mismo: "digame, soy el responsable de recursos humanos". Y empieza a soltar el rollo característico, de vender nosequé. Si el trabajito es intenso, les suelo contestarun "mire, no me interesa nada esto que me dice, muchas gracias". Si tengo tiempo, les digo, "lo tengo que hablar con el gerente, que en estos momentos no está, y no creo que esté nunca. Se ha dado a la fuga".

Hace 3 semanas me ofertaron -mi misma companía de seguros de casa- un seguro mucho mejor, con más coberturas y decían que más barato según sus cálculos de ojo de buena cubera." Si usted empezó a pagar hace 10 años, con el IPC, le saldrá un reccibo parecido a lo que le voy a cobrar yo ahora", insistía la Srita. Y yo le decía: "¿le importa decirme cuanto pago ahora exactamente y cuanto me va a costar ese tan barato que me oferta?", y después de 4 llamadas por el mismo motivo, no fueron capaces, o no quisieron decirme la diferencia.

Pero según la tesis del virus nefando que llena esta santa casa, la única llamada que entra en el día que de verdad te importa, o te coge saliendo con urgencia para trabajar, o te pilla en el baño haciendo caking, o bañando a los enanos....

P.S. ¿Iremos a Santander?.., Sólo el Pastor lo sabe.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pues imaginaos, mi teléfono también es público. Era el de una galería de arte. De 10 veces que suena, 8 es una grabación que no se qué me quiere vender. Siempre es lo mismo: ring ring, contesto "hola", y tras un breve silencio se escucha una voz de hombre: "Shalom! A simjá todá robá Yerushalahim...". Siempre cuelgo. Lo mismo es que me ha tocado algo y nunca lo sabré. Es lo que pasa por sólo saber hebreo para saludar al personal de los restaurantes, pedir la cuenta, y preguntar por calles.