domingo, 23 de noviembre de 2008

PRUEBA SUPERADA

Teníamos cierto miedo a la comida de hoy. Pero ha salido redonda. Ha ayudado que los anfitriones son mas buenos que el pan, padres de cuatro hijos todos varones y cada cual más bruto y mucho, mucho cariño.

Se veía venir que la comida iba a salir bien. Ya en la Misa, qué cosas gente con niños en Misa (de ésto prometo hablar que hay tela), ha sido sorprendente el comportamiento de los tres enanos. Tan callados estaban, tan quietos, que daban miedo. El Rubiales se lo hapasado pipa con los sobres que había en los bancos para la colecta del Día de la Iglesia Diocesana, arrugándolos, metiéndolos debajo de un banco, tirándolos, pero callado. ¡¡¡Increible!!! La Petarda con los brazos cruzados, atenta, sin moverse de nuestro lado. Y Ro distraida con el Rubiales. Tal era el silencio que había, que el Cura se ha emocionado y bla, bla, bla, en la homilía, y se alargaba y se alargaba, estaba en su salsa, pudiendo dar su homilía sin interrupciones. Claro, uno que se había acostumbrado a una dósis de homilía breve, le he tenido que quitar el chupete a Ro, para recordarle que estamos en la tierra y que lo bueno y breve dos veces bueno.

La comida ha discurrido por los cauces normales. Como eran las 14,00 horas y los teníamos en ayunas desde las 8,00 am, se han comido todo lo que se tenían que comer, con mucho gusto y han disfrutado mucho de Tovi con el que han construido cosas varias. Ha ayudado que se trataba de arroz y claro, a los enanos lo del arroz es superior a ellos mismos. Han acabado con las existencias de galletas de la casa y hemos mantenido conversaciones más o menos continuadas interrumpidas por los "ah, ah, ah, ah, ah" de Ro, en tono superlativo. Pero ha sido llevadero.

Como a dicho la Parra a la salida, prueba superada.

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