domingo, 2 de noviembre de 2008

BUENOS Y MALOS

La educación es un arte. La educación de las ideas, un reto, muy difícil de conseguir. Sobre todo cuando tienes enanos. Los reduccionismos en los principios tienen el problema que, si luego no se explica con la madurez, se produce un desaguisado de aquí te espero.

Mi educación ha sido muy exitosa. Me considero un chico ideológicamente bien educado. Gran parte de culpa la tiene mi madre. "¿Mamá este es bueno o malo?" Solía preguntarle, porque estábamos en la transición e intentaba hacerme una idea. "Mira hijo, si tiene barba o no lleva corbata es malo", me contestaba con seguridad. Claro, según este principio, llevado a la época actual, todos sus hijos somos malos de morirnos, ya que -que me suene - ninguno llevamos corbata habitualmente.

Pero los reduccionismos y la simplificación es diaria. "Si es que se te ve en la cara, sólo podías pensar así". Y uno se pregunta qué cuernos tiene en la cara para que se le vea que está a favor de la salvación de las focas en el Polo Norte.

Esto viene a colación que ayer después de dormirme la serie que me gustaba y la otra serie que me gustaba, me desperté en la sala de estar con la Parra en su estado más normal (joooooooooooonnnnnnnnnnchi, jonchiiiiiiiiiiiiii), siendo las doce y tantas de la noche. En la tele estaba una señora bajita y fea, pero fea de las de carnet, soltando berridos a diestro y siniestro a cuenta de la Reina, teniendo a Pilar Urbano como invitada, o repartidora de estopa. Y estaba la Urbano, y estaba un tal Benigno, siempre sonriente ("usted es un retrógrado imbécil y noseque" y el tío sonreía).

Y fígate qué curioso, me encontre a mí mismo diciendo: "si es que esta señora, con esta pinta qué va a decir..." Y me di cuenta que era un poco como mi madre....

1 comentario:

Anónimo dijo...

Todo esto que cuentas es el motivo por el que ahora me afeito a diario y me corto el pelo cada tres semanas como mucho (sí, es que aquí crece muy rápido).