lunes, 17 de noviembre de 2008

CORRER MUCHO HACER POCO

Hay días en los que uno no para. No ha parado la Parra desde que se ha levantado. Una cosa tras otra. Yo he tenido que ir a los Juzgados por currete "güeno", y cuando he llegado con la lengua fuera, después de hacer tres cosas más, la Parra estaba en la cocina, desmelenada, repitiendo "¡¡¡no me da tiempo, no me da tiempo!!!", a la par que me decía que tenía que hacer dos cosas y yo le ponía cara de poquer.

Hemos comido "revoltijo de huevo" que es la versión de la Parra de la tortilla francesa. Dice que es culpa de la sartén que se pega. No sé. Ro, para dar más emoción a la vida, le ha dado un ataque de sueño y no le podíamos despertar. Y teníamos que darle de comer, por lo que la necesidad aprieta y ha sido zarandeada para que cumpliera con sus obligaciones estomacales.

Y marcha al trabajo. Nuestro trabajo en este sentido es más pausado. 120 kmts de distancia son 120 kmts, y por mucha prisa que tengas, si el negocio quieres que te salga rentable, tardarás lo mismo con prisa que sin ella. La primera casa huele muy mal. Mal sabor de boca. La segunda casa - aotros 120 kmts de distancia- huele peor. La culpa de la segunda casa es que el Sr no ha comprado armarios aún y apila la ropa por las distintas habitaciones. Y fuma Ducados. Y apestunga que te pasas. Paramos en un bar a tomar un café. Huele peor que la casa anterior. A la Parra se le pone cara de asco, y a estas alturas ya ni disimula. Quiere salir corriendo.

Vamos al Cole. Nos toca tutoría con el Mosén que dicen en cataluña. Roolete cósmico existencial. La Parra pone mucha cara de interés, pero casi no puede disimular las cabezaditas. Yo no puedo disimular mucho mi enfado: ha llegado 10 minutos tarde. En el primer suspiro me levanto y le digo: "nos tenemos que ir, muchas gracias por todo" y nos vamos.

Recogemos a la Petarda. Recogemos al Rubiales. Eltre la Petarda y el Rubiales, llama el Sr Técnico del Lavaplatos. Está esperando en la puerta de casa. Me enfado. Hemos quedado dentro de 20 minutos. En el coche crsis a cuento de un cuento. La Parra se enfada. La Petarda chilla muy enfadada y el rubiales pone cara de "yo no he hecho nada" y voz de niño mimoso.

Llegamos a casa. El Sr técnico -era previsible- se ha perdido y está yo que sé donde. Le busco. Le entro en la casa. Después de disimular que hace cosas, me recomienda que cambie de lavaplatos: "mire, arreglarlo muy caro. Le compensa cambiarlo. Yo soy vendedor y le daré un descuento del 10 %". Me cobra 33 euros (sí 33, no 30 ni 35, 33 euros que tiene pelotas el asunto), y con cara de "este Sr se ha quedado conmigo" le despido.

Sobrevivimos y a eso de las 21,45 cierro el chiringuito. Nos hemos recorrido 250 kmts para conseguir a esta hora haber realizado 1 de los 6 encargos que tenemos pendientes.

Es el típico caso de correr mucho y hacer poco (al menos poco productivo).

Y como diría la Parra (lleva una lucha de 3 semanas ya): "y encima los coches sin lavar".

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