LA LAVADORA Y LOS REYES

Hoy ha muerto la lavadora. Pero con autopsia y todo.

Hemos llegado de nuestras visitas diarias a los pobres ilusos que piensan que les van a conceder un crédito. Entramos por la puerta y Chichi dice como quien no quiere la cosa: "Se ha roto la puerta de la lavadora y no se abre". Observese el impersonal tan bien traido en esta ocasión por el sujeto causante del destrozo. La puerta "se ha roto", ella sola, sin ayuda de nadie. Pero pase. Cada uno es como es.

Vista la experienia pasada con el lavaplatos y la cara de tontolava que se me quedó, he desmenuzado la puerta. Pero la desmontado a conciencia. Tan a conciencia que he desmenuzado la puerta, hecho añicos el cristal de la misma. Vamos lo que se suele decir un auténtico destrozo.

A estas alturas ya esperais que os relate el cabreo de la Parra. Pues os decepciono. Con el paso del tiempo la cónyuge ya tiene claras las limitaciones del que sucribe y no ha mostrado ni un ápice de contrariedad, y la verdad, ver cómo asume la patosidad de su marido es reconfortante. La pobre va asimiendo que en su vida hay quien empieza un desaguisado (chichi, la Petarda, el Rubiales) y hay quien lo puede terminar e incluso empeorar (yo mismo). Y ya es capaz de ni inmutarse.

Luego nos hemos ido en busca de los Reyes del Ito. Con los enanos claro (menos Ro que aún está varicelosa). Y claro, los enanos preguntan: "¿qué buscamos?¿qué vamos a comprar?" Y tienes que contestar algo tan complicado como "vamos a ver cosas para decirle al abuelito qué es lo que tiene que pedir a los Reyes, que él no sabe". Y contestan: "ah! pues vale" y te señalan todos los mikies Mouses que encuentran a mano, entonces te das cuenta que han asumido muy bien su condición de consejeros reales.

Y la compra en el Carrefour. La merienda ha salido gratis. El Rubiales que todo lo toca, ha descubierto en la zona de la panadería una bolsa de palitos abierta y se los ha comido casi todos. Digo casi todos porque ha dejado alguno a la Petarda que estaba en el baño. Pepe Carrefour tendría que ser más escrupuloso y no vender cosas de bollería abiertas que lo prohíbe la ley. Menos mal que estaba el Rubiales atento para hacerla cumplir.

Y el día 7 prometen traer la puerta de la lavadora nueva. Hasta entonces, paciencia que es lo que toca.