domingo, 14 de diciembre de 2008

DESCANSO DOMINICAL

Los domingos son el día de descanso por excelencia. Eso se supone. En realidad -a estas alturas de la vida - no tengo muy claro quien descansa. En teoría todos, pero es una teoría muy teórica.

Después de este fin de semana he aprendido una cosa. Mis hijos son buenos, educados, alegres, divertidos, y esas cosas que se dicen de los hijos de uno mismo. Pero lo que les marca su personalidad, su carácter es que todos tienen una neurona que es la del sentido común que hace esquí por el cerebro y de cuando en cuando patina. Pongamos ejemplos para entenderlo.

Hoy estábamos los cuatro - la Parra jonchi, jonchi que su situación le obliga - montando el Belén. El Rubiales sacando las figuras de la caja, Ro metiéndoselas en la boca -como control de calidad -, la Petarda preguntando"¿y esto que es? ¿Y por qué está en Belén?" sobre todo para decidir donde ponerlo. Y los colocaba donde su buen saber y entender le parecía. Y el asunto iba viento en popa y no estaba quedando mal. Pero de pronto se activa la neurona y se pone a hacer esquí, y el Rubiales decide que el Niño Jesus no puede estar en el Pesebre -no sé muy bien por qué- y que su sitio es sentado en el puente. Y allí se ha quedado el pobre, en el puente sentado. Va a ser el primer Belén con un niño Jesús dandose un garbeo por Belén. Como tenemos dos pues hemos colocado el otro en su sitio (por supuesto sin pedir permiso a la autoridad).




Contemplábamos nuestra obra maestra cuando a la Petarda se le ha activado la susodicha neurona y ha comenzado a llorar y decir: "tengo hambre mucha. La barriga me hace glu-glu. Tengo mucha hambre". Se podría pensar que es normal que tenga hambre. Lo sería si no hubiera desayunado dos veces (la segunda con la Parra hacía 1 hora y no poco material). Pero tiene eso la neuronita esquiadora.

En otro momento la neurona del Rubiales se ha activado y ha decidido dar de desayunar a Mikey y a Minnie. Y ha montado un pitote que pa que contar. Y como no se tomaban el desayuno, los ha castigado a la nevera.




Dormía después de comer la Petarda en el sofá y Ro rumiaba por la zona. Ésta que también tiene su minineurona -se supone que en prácticas de esquí todavía- ve a la Petarda, se encarama a su lado y comienza a tirarle del pelo, a darle tortas en la cara y...... drama montado. Menos mal que la Petarda todo se lo perdona a Ro.

Hay muchas más, el Rubiales ha decidido tirarse de cabeza desde el respaldo del sofá con el consiguiente destrozo en el labio con gran profusión de sangre; a la Petarda le ha dado por cambiar la mitad del Belén a media tarde; a Ro le ha dado por andar con un carrito de muñeca, etc.

Claro, con este panorama ocurren dos cosas: una que no nos aburrimos nunca y la otra que descansar descansar, poco se descansa.

Y mañana Chichi no viene que está enferma. ¿Quién da más?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me ha gustado mucho!!!!!!
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bacali dijo...

o rafkat ha descubierto algún método para hacer publicidad de forma automático a toda la blogosfera o tienes amigos pelín comerciales. ahora que veo aquí no sale la palabra de verificación. No me ha dado tiempo a leer los 3 días que llevo de retraso pero enhorabuena por las indiscreciones de Sefa y por lo de publicar fotos de los nanos. un abrazo a todos

Parramancho dijo...

Que yo sepa, a Rafkat no lo conozco de nada. Al menos con ese nombre.