El Rubiales se mueve en familia como un Sultán entre Princesas. Y es lo que tiene el ser el varón entre tanta prima. Y encima su capacidad de camelarse al personal lo va perfeccionando con el tiempo. Y con la Ita, Ita más. Es impresionante cómo se llevan el uno y la otra.
La Petarda feliz. Está con las mellizas y eso le llena. Le llena completamente. Se lo pasa pipa. Se lo pasa tan bien, que hasta se ha comido todo el happi milk ese de las puñetas. Y luego payasos, porque que la Petarda subiera en el trenecito, sería como que Zapatero le entrasen neuronas capaces de ser usadas: un auténtico milagro.
Y los Itos Itos, teniendo en cuenta que han empezado la jornada a las 6,30 de la mañana, que no han parado y que aún a estas horas están aguantando nietería, es de auténtico milagro que no nos hayan enviado a la porra a todos.
Y la Parra y yo tenemos cena. A las 10,00 de la noche. A la hora en la que juegan el Valencia contra el Barsa. Me ahorro el posible sufrimiento en casa de valencianistas, con lo que se sufre menos. Es lo que tiene tener una vida social tan intensa. Hay que tener contentos a todos, cuando se puede, a la hora que se puede.
Y mañana más que no es ni mi ordenador ni mi teclado y de fondo se escucha a niños llorar y me requieren.
sábado, 6 de diciembre de 2008
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2 comentarios:
Lo de zp metido un poquito como que con calzador... Que se te ve el plumero!
No hay plumero que ver. ¿O alguien piensa o pensaba que soy de ZP?
¡¡¡Por Dios que aún tengo algo de dignidad!!!
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