miércoles, 15 de julio de 2009

CACHONDEO NOCTURNO

Es cierto que hace calor. Calor no, mucho calor. Pero lo que pasó la noche pasada no tiene nombre. Ni razón.

Son las 11,00 de la noche. Suena un ruido menor. "Champú" pensamos los dos. Y aparece la hormiga atómica de Ronron, que no dice nada. Simplemente se sienta en el sofá de la sala de estar, junto a mí, como lo más natural del mundo, sin hacer caso de las miradas de incredulidad de la Parra. Y es que por las noches vienen a mí a hacerme la pelota para que no les tire a la cama. Ronron y Champú, las dos. Se arrullan junto a mí, me dan besitos y abrazos, con el único fin de sdesactivar la posible expulsión de la sala de estar. Normalmente tienen éxito.

A las 00,00 se vuelve a oir un ruido, un poco más intenso que el anterior. Es Champú bajando de la parte alta de la litera. Ésta sí que viene armando más bulla, porque es más consciente que ese no es su sitio, y su peloteo es mayor y más intenso. y suele venir con una gran sonrisa y muy, muy simpática.

A las 00,30 me llama el Bicho. Éste economiza más sus esfuerzos y siempre decide negociar desde las alturas de su cama. Es más directo. Menos pelotero que las otras: "quiero bajar", dice sin más, sin que guapo eres, o quiero estar contigo que me caes bien, como las otras. No!. Un seco y contundente "quiero bajar" desde su torre nocturna. Y claro, con las otras dos fuera, a ver quién es el guapo que le dice que no. Y allá que va al sofa.

Ya no tengo sitio en los sofas. Me voy al rincón de los ordenadores. La Parra mira a su alrededor y los tira a todos a la cama. A mí incluido.

Noche de locos. Hoy todos cansados. Y mañana más.

1 comentario:

UtVir dijo...

Pues mira, que mientras tú escribías sobre Ronron, yo estaba escribiendo sobre ron, gran invento, por cierto.

http://www.elpais.cr/articulos.php?id=9642