No se si sabeis lo que es acostarse a las 12,00 horas y despertarse a las 11,00 horas con gritos de la Parra diciendo: "la Miiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiisaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!, ¡¡¡¡que no llegamos!!!!!. Y con una sonrisa de quien ha dormido todo lo dormible, nos hemos cambiado a toda cebolla para llegar. Y hemos llegado. Antes que los Yayos por cierto, ya que a los pobres se les ha estropeado el ascensor y han tenido que bajar los niños los siete pisos. Cosas que les pasan a los Yayos a veces.
Y luego hemos descansado en casa, despúes de votar. Hemos votado todos, los niños y nosotros. Todos en el colegio electoral se han enterado de aquién hemos votado. da igual porque lo deben suponer todos.
Y a la hora de partir los Yayos y Laralairo, muchos lloros: Laralairo porque no se quería ir; el Bicho porque no quería que se fueran los Yayos, Champú porque no quería irse a despedirse a la Estación, no fuera que en un descuido se marchara ella también en el tren y Ronron porque la Mami se iba a llevar a los Yayos. Muchas lágrimas. Muchos adioses. Pero es un hasta dentro de dos semanas que nos tenemos que volver a ver, para los disfraces de los niños de la Superboda del siglo. Así que hay pena pero no mucha. En breve nos volvemos a ver.
Y mañana otra semana. A pasarlo bien. Os pongo algunas fotos del día de hoy. A disfrutar que son dos días.
El Bicho descansando en brazos de Yayo.
Las mayores haciendo dibujitos.
¿Qué estarán viendo? ¿La Sirenita? Pues no, por increible que parezca están viendo Ratatouille.
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