Estamos cerrando contablemente el año 2009. Un desastre. Tan desastre que hemos decidido enjuagar un poco las pérdidas para no aparecer catastróficamente pobres. Que una cosa es serlo y otra parecerlo excesivamente. La pobreza o las pérdidas en una empresa deben ser las justas: ni muy abultadas ni muy exiguas. Y ya está.
Y hoy poco hay que contar. Es día de espera, porque mañana es cierre contable y para eso vienen los Atxos en tropel en plan desembarco a pasarlo bien y a cerrar las cosas.
Y nada más Que el Ito está bien y a la Ita se le ha pasado el susto de momento.
Buen fin de semana a todos. Hasta mañana.
viernes, 29 de enero de 2010
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