jueves, 7 de enero de 2010

COMIENZO DE ANORMALIDAD

Lo anormal comienza a tomas trazos de normalidad en esta casa. Supongo que como en casi todas, pero como yo lo cuento os reis de nosotros con vosotros y así quitamos hierro a los asuntos.

Después de recoger todo lo de la Navidad, nos sentamos a ver la tele un rato. A dormirla más bien. Y en un momento dado nos fuimos a dormir. Y se fue la luz. Esto es lo normal desde hace unos dias en esta casa y es que cuando apagamos la tele se va la luz de toda la casa.

En situaciones así, no se sabe porqué, el marido debe tener las riendas de la situación y debe saber 1.- por qué se produce y 2.- la forma de soluccionarlo. Y la mujer normalmente se deja llevar por la mucha sabiduría que en realidad debería tener su marido porque debe ir en el pak "me he casado contigo para estas cosas". Y la realidad oh!! mujeres nuestras!!! es que habitualmente no tenemos ni pajotera idea de ni por qué pierde agua un grifo, de porqué se marcha la luz y ni idea de la causa del ruido del coche. Pero ni la más remotas de las ideas.

Pero claro a las 2,34 de la madrugada vete tu a debatir este tema tan interesante con la Parra, que sólo emite un "sehaidolaluzotravez" y el "otra vez" apagándose y con cierto rintintin tipo: "es que no haces eso para lo que me he casado contigo, menudo negocio he hecho". Y uno dice para salir del paso: "es la tele que cortocircuita con el sistema y hace saltar los plomos" y me quedo más ancho que largo. El motivo de culpar a la tele es que 1.- siempre se va la luz cuando la tele está apagada y 2.- es un lugar donde hay muchos cables y enchufes y corcho, alguno puede ser el culpable por probabilidades. Y mientras ejerzo de marido responsable, desenchufo todos los aparatos de la televisiva-musical, le doy al automático y me vuelvo a acostar, confiado en que mi sistema funcionará.

Y fue definitivo. Milagroso. Total. No saltó el automático pero se fue la luz. Y frente a eso ya no hay marido que salve la situación.

Son las 7,40. Comienza el cole. Los niños nerviosos. Leche fria pues no tenemos medios para calentarla. Frio en la casa porque mi calefacción es de gas natural pero si no hay luz no va. Ducha de agua fria. Fuera todo oscuro ya que no llueve, diluvia. Miro por la ventana y observo a las familias del vecindario, con luz, contentas por empezar el nuevo día alegres y saltando. Nosotros bajo la penumbra en la que ni encontramos los Parramanchos desayunativos.

Llamo A Iberdrola. Me contesta un ordenador, tipo "marque uno si ahora se está sacando un moco". Después de dar los datos varias veces, me atiende una persona humana que me dice que el teléfono es otro. Y llamo al otro y me contesta un ordenador tipo "esto es para comprobar que tiene una urgencia y si aguanta todo el chaparrón le atenderemos", y claro, lo mio es una urgencia de las de verdad y aguanto lo que caiga. Mientras los niños se visten como pueden. Son las 8,22.

El telefonista humano que me atiende tras la máquina me indica dos números de servicio urgente en la zona. Y le llamo. Y me dice lo primero tras el buenos dias: "mi tarifa es 60 euros por ir y 60 euros la hora, si es culpa de Iberdrola me pagan ellos, sino paga usted". "Vale que remedio, quiero tener luz oiga". "Vale ahora le llaman".

A los 5 minutos me llaman: "le han explicado lo de los 60 euros?". "Siiiiiiiiiiii. Lo tengo clarísimo. Cuando viene?". "En cinco minutos". Son las 8,47 minutos.

Nos arreglan la luz, es culpa de IBERDROLA y no pagamos nada. Menos mal.

Mañana más que me tengo que ir. Hasta mañana

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