RONRON DE PARRANDA

La que más ha enloquecido con las literas es, sin duda, Ronron. Sabe bajar de su nueva cama, en la que puede jugar un partido de fútbol de lo grande que le queda. Y le hemos puesto barreras de cojines para evitar que se caiga. Pero ella, cuando se despierta -si la puerta está abierta- baja de la cama con cierta pericia y se va a la sala de estar y se tumba en el sillón. Da igual la hora que sea, que ella lo hace. Esta mañana a las 7,00 ha realizado la opración, no estando nadie en la sala de estar ni la tele encendida. Cosas curiosas. "Pues cierra la puerta", se nos podría decir. Sí, pero si cierras la puerta, el Bicho llora porque no le gusta. Y si se despierta a mitad noche y la puerta está cerrada, llora. Con lo cual tenemos que dejar la puerta lo suficientemente abierta para que el Bicho vea que está abierta, pero lo suficientemente cerrada para que Ronron piense que está cerrada y no baje de la cama. Porque bajar, baja muy bien, pero no sabe subir. ¿Y Champú? Champú cuando va a la cama duerme. Y eso, como casi todo, lo hace muy, muy bien.

Y por lo demás poco trabajo, poca marcha, pero mucha alegría, que es lo que nos queda. Hoy visitas a viviendas de impagados sin entrar dentro, que nos ahorra muchos sufrimientos. Y poco más. Se ve que en España estaba todo el mundo viendo a ver si el Debate del Estado de la Nación nos arregla la vida, pero ya hemos visto que no. Que una cosa son los políticos que van a la suya, y otra nosotros que tratamos de sobrevivir.

Pero mañana más. Tengo que concentrarme para la final. Ciao.