MILLONES Y OLORES

Si os fijais la entrada de hoy, es a las 23,56, casi al final del dia en sentido horarístico del término.

Hoy la historia es curiosa. Hemos ido a visitar una casa. Nuestro acompañante, un hombre de sesentaytantos años. Ha dejado a cada hijo, con la boda, un piso de regalo. Al último no le deja un piso, sino que le deja que se hipoteque para que pueda arreglarse otro que ha comprado el hijo. Lo curioso es que tiene que hipotecar porque le deben 420.000.000 de pesetas que se dice pronto, pero así escrito es cuatrocientosveintemillonesdepesetas. Y el hombre tan tranquilo. Que está en juzgado y que al final cobrará, más tarde que pronto, pero mientras tanto, a hipotecar. Cosas de la vida.

Otra visita ha sido a un profesor se segundo de la ESO. ¡Jamás en la vida hemos entrado en un piso tan desordenado y con tan mal olor!. Olía tan mal, que la Parra ha salido corriendo y se ha dejado el bolso y a mitad camino hemos tenido que volver a por el. Y la Parra me suplicaba: "porfa sube tú, que huele muy mal". Y yo, cual esclavito de mariajose, allá que me voy aguantando la respiración.

Mañana tenemos comida con los Plomez y las chicas "cumple de princesas". La anfitriona nos dice que nos espera a todos. Glups. Aunque un poco de curiosidad si que da el asistir a una cosa así, que ya de pensarlo da un poco de grima. Dependerá de cómo se encuentre la Parra. Si está muy cansada, allá que iremos.

Y mañana más...