A LA PISCINA CON PAPA

Hoy me he sentido orgulloso de los mayores. Repasando lo que han realizado en el cole, me dicen: "no nos hemos bañado en el cole, porque así no hemos estado en la piscina y podremos ir contigo por la tarde". Y me he hinchado como un pavo real de contento. Qué quereis que os diga: muchos esfuerzos pone uno para que, al menos, tenga una cierta recompensa emocional.

La Parra es otra cosa. Estamos camino de nosedonde. En la radio, con motivo del partido emocionante del sábado, en la hora de los oyentes del Herrera, piden que cuenten los momentos más emotivos de cada uno. Entre risas y pelospunta de pronto llama un señor y dice: "soy padre de un niño de once años, al que le diagnosticaron un tumor cerebral. Lo más emocionante de mi vida es cuando la semana pasada nos dijeron, después de años de lucha, que está totalmente curado. Y llamo para animar a los padres de niños en la misma situación para animarles y darles esperanzas". Y giro la cabeza a la Parra para decirle: "pues que bonit...." y observo a mi muy embarazada y hormonítica mujer llorando a moco tendido con el característico: "bbbbbbbbbbbbbbuaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, es que imaginate que le pasa a uno de nuestros hijos buuuuuuuuuuaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa", y claro, con tanta hormona suelta no tiene consuelo. Pero, como soy capaz de levantar un muerto, para terminar de arreglarlo le comento: "pues imagina que nos damos un tortazo y me muero". Terminado de arreglar. En fin, cosas de la radio.

Y por hoy nada más. Bueno sí, que les he dicho que las piscinas matutinas y vespertinas no son incompatibles. Que con el calor que hace se pueden bañar por la mañana, por la tarde y por la noche, que no pasará nada y nos iremos igual a la piscina.

Hasta mañana. Sed felices.