Hoy nos hemos desayunado con una idea peregrina de Champú. Estábamos ya vestidos y de pronto miro a Champú y veo que sólo lleva un zapato.
- "¿Y el otro zapato?"
-"No. Es que hoy sólo voy a llevar un zapato porque voy a ir a la pata coja todo el día".
-"Ala! Dejate de chorradas y ponte el otro zapato", le contesto muy serio.
Y en contra de lo que pensaba yo mismo, se echa a llorar y se va a la Parra: "Mamaaaaaaaaaaa, dile a papá que voy a llevar un zapato porque voy a ir a la pata coja todo el día. Que yo quiero".
Y la Parra primero abre mucho los ojos, como quien quiere despertar de un mal sueño. Luego la mira desde arriba de la litera desde donde estaba escalndo para hacer las camas, y baja y con paciencia infinita comienza una negociación con Champú, del estilo de "¿y si te cansas que vas a hacer?". Y la otra va argumentando: "me llevará la profe en brazos". "¿Y si todos los de la clase hacen los mismo que hace la profe?". "No porque sólo voy a ir yo a la pata coja". Y al final el argumento definitivo: "Es mejor que lleves los dos zapatos, porque así si te cansas con una pierna, puedes usar la otra para seguir a la pata coja". Y se ha quedado convencida.
Pero claro, yo no podía dejar pasar la oportunidad de hacer coña con el asunto. Llegamos al cole. Están todas las alumnas entrando. y las profesoras y le digo: "Ya puedes entrar a la pata coja". Y ella roja como un tomate me dice: "No, que me da vergüenza".
Y a la salida del cole, le he quitado un zapato y le he dicho: "ya tienes lo que querías. A la pata coja hasta el coche", que por cierto estaba aparcado en el quinto pino. Y la otra al minuto me dice: "dame el zapato que estoy cansada". Y Champú por un día a dejado de ser Champú, para ser Patacojita durante todo el día.
Nos hemos reido bastante.
Y mañana más. Que lo paseis bien. Hasta mañana.
martes, 11 de mayo de 2010
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