viernes, 14 de mayo de 2010

LAS APARIENCIAS ENGAÑAN

Hoy hemos tenido una auténtica demostración de que las apariencias engañan y mucho.

La primera ha sido llegando con el primer cliente. Le miro y veo un señor mayor con pinta de drogata por lo delgado y los movimientos muy acusados que tenía. Además estaba hablando con otro hombre del que se agarraba muy muy amistosamente. Y yo he pensado que era drogata y homosexual. Y encima le he comentado a la Parra: "menuda pinta tiene el tipo". Y hemos empezado a hacer la visita. Cuando estábamos a mitad visita se me ha encendido la luz y le he preguntado por su mujer, ya que hemos tardado en hacer la visita una semana ya que estaba cuidando de su mujer enferma.

-"Está muy mal. Se muere. Como yo"- Y mientras lo dice se apoya en mí -" com habrás visto tengo parkinson y una enfermedad degenerativa de las neuronas. Por eso para hablar me apoyo en la gente y así para el movimiento y no puedo sentarme, ya que si me siento ya no me levanto. Es la edad".

Y me lo dice con una sonrisa, sin dramatizar. Y yo, con sensación de culpabilidad horrible. Le deseo lo mejor y nos vamos.

A última hora de la mañana teníamos una dación en pago. Nada más desagradable. Señor que entrega al banco su casa porque no puede pagar. Llegamos. No hay nadie. Llamo al deudor. me suelta:
-"A las dos y media? Si yo había entendido a las doce y media. le he estado esperando. Ahora voy tardo cinco minutos".

Y el tipo no llega. Y por la calle pasan gitanos, gente con muy mala pinta y vamos haciendo conjeturas sobre el sujeto. Y la Parra va murmurando: "este está enfadado porque le quitan la casa y va a tenernos aquí una hora". Y yo remato: "¿tú te crees que un tipo está una hora esperando y no nos llama por teléfono. es que no se lo cree nadie." Y pasa el tiempo. Y aumenta el enfado.

Y llega el sujeto. Jóven, 26 años. Nos pide perdón por no haber entendido la hora de quedar y nos abre la casa. en un momento dado le pregunto: "Si has estado hora y media esperando, por qué no me has llamado?". Y me contesta: "Sin paños calientes, porque no tengo saldo en el teléfono y no puedo llamar". Y nuevamente se me han venido a la mente todos mis malos pensamientos sobre este pobre muchacho encofrador de profesión y que lleva casi dos años en el paro. Nos hemos despedido deseándole suerte en la vida. Un buen muchacho.

Y por hoy nada más. Que os lo paseis bien. Buen fin de semana.

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