TIEMPO DE LAGRIMAS

Todo ha terminado, o mejor a comenzado a las 17,05. Los tres enanos mayores entonan la famosa canción de Nino Bravo "Un beso y una flor" con coreografía preparada durante una semana. Y es que la Yaya se va. En el momento en que la letra dice " al partir un beso y una flor" los tres energúmenos con cara de niños buenos se acercan a la Yaya y le dan un beso y le entregan una rosa de madera.Hay gran tensión emocional. Se despide de su hija, nuestra Parra y monto en el coche a los cuatro niños y a la Yaya y vamos camino de la estación.

Y entonces en el coche, cuando sólo yo la veo, se abren las compuertas del lacrimal y se desatan líbremente las pasiones guardadas: "es que me ha llegado muy dentro la canción" dice la pobre Yaya mientras llora como una desconsolada. Y durante el trayecto de casa a la estación no deja de hacerlo. Y llegamos a la estación y no nos deja ni bajar. Dice que va a ser muy triste y que se va ella sóla, mientras contiene las lágrimas para despedirse de los enanos.

Y luego está la otra parte. La de los enanos. El Bicho, cual gitano, ni pena ni gloria, visto que no pude sacar nada de la Yaya porque no se encuentra lejos, ya pone sus deseos en lo más cercano. A Ronron le importa una friolera mientras esté con su mamá. Pero a Champú. Champú es de otra pasta, es distinta. Ha pasado la tarde un poco apagada y cuando estábamos contando una "cosita" de irnos a la cama, le digo: "Champú cuando uno quiere mucho a una persona y se va, no pasa nada por llorar. Mamá ha llorado y la Yaya también. Ese lloro no es malo, es bueno, demuestra cariño. Se llora un poquito y ya está". Y me da un beso y se va dormir. Y cuando han pasado dos minutos la escucho llorar en la cama diciendo "yo quiero que venga pronto la Yaya". Y se ha quedado dormida.

Y ya estamos sólos otra vez. Hasta agosto, sino nos sorprende gratamente alguien. Se lleva la Yaya un vídeo para el Yayo, muy malo pero hecho con todo el cariño. Y ya nada más.

Que lo paseis bien. Hasta mañana.