PRIMERA SEMANA SOLOS

Ya hemos pasado la primera semana sólos con la nueva incorporación. De momento, la única variante es por las mañanas, que salimos un poco más tarde por causa del bibe de patato.

Porque una Parramanchada aparte merecen los bibes de patato. Se los toma con calma, sin prisa, duerme un ratito, otro despierto; ahora chuc, chuc, ahora jonchi, jonchi. Y da igual que tengas prisa, que el mundo a tu alrededor se desmorone. Él a su rollito. Como un sultan. Paladeando cada chupadita, como su padre con el chocolate. Y claro con tanta calma, el salir al cole se hace costoso, o bien porque la Parra está dando el bibe y no podemos terminar de peinar a los enanos, o bien porque se lo doy yo y entonces ya no puedo ducharme para salir. Pero ya digo: lo de las prisas no va con él.

También destaca de ésta semana que al estar constipado se va afeando por momentos, ya que las legañas no le dejan abrir el ojo, y claro vuele a tener una cara un poco fea (más bien bastante fea). Pero eso también se cura y volverá a ser guapo.

Y para que no se aburra en la cuna todo el día, mientras no hay elementos terroristas en casa, es decir, mientras los enanos están en el cole, le sacamos a la sala de estar, para que vea un mundo distinto a su habitación. Y frente a lo que pasó con Lulú, Patato desde el primer día está saliendo con su madre a pasear todos los días. O casi todos, que ha habido alguno que hacía mucho viento y no era para salir.

Total, que vamos encajando todos en las rutinas. Todo poco a poco.

Acordaros de rezar el Avemaría por los encargos, ¡¡que se os está olvidando y se nota!!. Necesitamos mucha ayuda y muchos rezos. Por supuesto os lo agradezco de antemano.

Hasta mañana. Que os lo paséis bien. Sed felices.