El viernes se me olvidó comentar un hecho que nos define, al menos en la actualidad. Eran en torno las 12 del medio día. Llegamos a la calle donde tenemos que valorar dos locales. Y de pronto un olor a bizcocho recién hecho nos llena el olfato, el estómago y todo nuestro cuerpo. Y yo empioezo a mirar, buscando la panadería que desprendía tal olor. Pero no se veía nada.
Y el dueño del local no conseguía abrir el local. Y salían los vecinos. Y yo venga a comentar "¡que olor tan agradable hace!" y frases semejantes a ver si alguno se daba por enterado y me decían de donde venía tanto olor y tan bueno.
Vistas que las indirectas no tenían efecto, me he acercado a la señora que tenía mas pinta de cotilla y le pregunto. Y ella me responde: "aquí en frente. Es una fábrica de tartas de manzana y chocolate. Si entra ella -señala a la pancha de la Parra- seguro que le venden una". Y para allá que nos fuimos y efectivamente, ante la pancha de la Parra, nos venden una tarta de manzana.
Y la heos llevado hoy a la convi. He intentado colar que la he hecho yo, pero no ha colado nada. Pero hemos quedado como reyes.
Y por hoy nada más. Mañana conoceremos a la sustituta de la gine, a ver lo que nos dice. Sed felices. Hasta mañana.
domingo, 3 de octubre de 2010
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