AQUI SEGUIMOS (DE MOMENTO)

La novedad es que no hay novedades, que ya es una novedad. Hemos estado en compás de espera todo el día, ya que parecía que el asunto iba para adelante. Incluso tenemos las maletas metidas en el coche. Todo preparadísimo. A Tovi con instrucciones precisas de cómo recoger con Tinut a los niños del cole. Tan inminente parecía el nacimiento.

Pero las cosas de palacio van despacio. O el Tito va a salir cuando le de la gana. Y mientras de espera. Cada vez que la Parra hace algún gesto, a mí me da un vuelc el corazón y se me acelera, mientras pienso "¡ya está!". Pero es que la Parra va sufriendo ya ante el sufrimiento inminente. Porque para nacer hay que parir, y de esto las madres sabeis mucho, los niños salen con dolor (salvo cesáreas que tienen lo suyo), con - y nunca mejor dicho- con dolores de parto. "Oiga pero es que los tiras muy rápido. En dos horas ya está". Ya, pero qué dos horas. Lo que otras madres lo hacen en cuatro o cinco, la Parra lo estruja todo en dos horas a lo bestia. Y eso duele. Al menos es lo que dice ella. Y por la cara que se le queda después del esfuerzo, debe ser verdad.

En fin, que espera que te espera. Y mientras hemos hecho la tutoría de Champú, que siempre es gratificante, es recibir una dosis de autoestima paterna. Ya leemos, ya sumamos y ya restamos. Tiene sus cosas, como todas las niñas, pero las tiene que se lleva muy bien. Es un cielo. Y paro que se me cae la baba.

Y por hoy nada más. Mañana será otro día. Que os lo paseis bien. Hasta mañana. Sed felices.