No es por lo que traen, que siempre es una fiesta. Es por ellos mismos, que los enanos les quieren. Se hacen 40 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta, pero lo hacen con gusto. Y además se pasan por las tiendas y traen -a los enanos y a los no tan enanos- todo tipo de comidas que si no es por ellos, en casa no entrarían ni de broma por tratarse de productos "tipo capricho", siempre con chocolate (en todas sus modalidades), o sin él por el Bicho.
Y hemos pasado un tiempo juntos muy ameno y al acabar de comer se han dado un festín de chuches.
Y poco más, ya que como la Parra se ha ido a trabajar esta mañana nos hemos quedado en casa todos cantando y saltando y haciendo tonterías.
Y por hoy nada más. Mañana será otro día. Que os lo paséis bien. Hasta mañana. Sed felices.
sábado, 30 de octubre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario