lunes, 20 de abril de 2009

EXPULSADOS DEL MEDICO

El Bicho, es lo que tiene. Que a corto plazo es comestible. Pero conforme pasas tiempo a su lado se te atraganta lo comido. Especialmente para los que no le conocen bien y le dan cuerda.

El viernes nos llamó la profe del Bicho: "se ha dado un trompazo y sangra por un diente que se le mueve". "Pues nada, lo limpias, lo curas y lo aguantas, que a su hora iremos", le contestamos. La profe ya piensa que el pobre enano es un abandonado y lo mima mucho. Debe ser que el resto de los padres acuden raudos a la llamada. Pero si llamas a los padres cuando éstos están en Torrevieja, no hay mucho que hacer.

Bueno el caso es que durante el fin de semana hemos observado que comía por los lados evitando el diente objeto del tortazo. Y claro ya el domingo, nos compadecimos y decidimos llevarlo al médico. Si a Champú le dices que tiene que ir al médico, le entran tembleques, busca excusas y y trata de escaquearse. Si se lo dices a Ronron, no dirá nada, pero cuando vea la puerta del médico se pondrá a llorar hasta que llegue al coche, lugar que considera que está a salvo. Si se lo dices al Bicho te contesta: "pues vale, asi le pido palos" (los palos de abrir gargantas).

Y allá que nos hemos ido a esperar nuestro turno. Mientras esperábamos a una señora le ha preguntado que porque su hijo lleva chupete si es mayor; le ha pedido una pelota a una niña -de unos 7 meses que iba en carrito- y que la madre le ha dejado; se ha colado dos veces en la consulta del médico para preguntarle: "¿me vas a curar?". Al final todos los que esperaban rogaban que nos tocara el turno. Ha sido tal el impacto que a la salida estaban unos padres a los que sólo les interesaba saber qué tal había ido el asunto y qué habia dicho el médico.

Una vez dentro de la consulta, el gitano -que lo es- se acerca a la médico le da un besito y le dice: "tengo pupa aquí -y se señala el diente- ¿me das un palito?". Y la otra, que se le cae la baba se lo da. Revisión y cita con el dentista que es la puerta de al lado.

Entra en la consulta del dentista y visto el éxito anterior repite la operación: va a darle un besito, le dice que tiene pupa ahí y pide "¿me das algo?". Y es que claro lo del palito ya estaba conseguido. Y la doctora: "Hay que majo, que ricura, cómo habla" Y yo: "sí, no te preocupes de aquí un rato nos tiras de la consulta". Inspección. Claro, sube al Bicho en una silla de dentista que sube y baja, con miles de instrumentos ¡¡¡¡¡para llevarse a la boca!!!!!!. Muy obediente en el apartado abre la boca, no te muevas. Un desastre en el apartado "esto no se toca, ni esto, ni esto" y claro, la paciencia de la doctora se ha ido acabando, hasta un punto en el que al Bicho le ha parecido que lo que decía la Señora era un rollo patatero y a abierto la puerta con ánimo de marcharse y entonces la Doctora le dice muy seria: "¿te he dicho que te puedes ir?. Pues sientate y no te muevas!" Y yo, "te lo advertí al principio. Pero no olvides que aunque hable tan bien tiene 2 años y cinco meses y la mayoría de sus iguales entran aquí en carrito y sin decir palabra y seguramente con un chupete puesto". "No si tienes razón, pero es que no para". "Claro, si parase no le estarías abriendo la boca con un diente partido y otro que se le cae de los tortazos que lleva"

Y expulsados de la sala nos hemos marchado. Eso sí, nos ha citado para las 9,05 de la mañana "a ver si así está mas tranquilo". Y es todo lo contrario, a esa hora tiene las pilas recién cargadas, por lo que es peor. Pero que lo descubra por sus propios medios. Si se lo cuentas no se lo creen.

Un saludo a los abuelitos que deben haber llegado hoy de su viaje. Esperamos la llamada de "hemos llegado, estamos bien".

1 comentario:

Parramancho dijo...

A las 8,45 am hemos recibido la llamda que los abuelitos estan bien de su viaje.