DESCANSO DEL GUERRERO

Hoy hemos tenido comida en casa de los padres de Tovi. Es lo que se llama el descansod el guerrero, y es que el que suscribe lo necesita: día lluvioso igual a dia pringoso. No puedes salir, te desmontan la casa, te desmontan la Misa, te desmontan lo que encuentren. ¡¡Agotador!!

Pero la comida con Jose Luis, Chisca, Tovi, Jose y Concha es de esas en la que uno puede ser uno mismo (y uno cuando es uno mismo es muy unomismo), la Parra puede ser la Parra y el Bicho puede mearse y cagarse muy a gusto (lo que ha hecho sin nigún pudor) y Champú se siente con "su" Tovi como en casa. Y heos descansado. Ellos, Chica y Jose Luis, hay que reconocer que menos, porque cambiar la paz y el sosiego en el que se mueven habitualmente por un domingo por la pandilla de desalmados en los que se convierten los enanos cuando estan a gusto es como para acabar con cualquiera, pero logran que nos sintamos en casa. Y a mí sólo me ha faltado proponer que los ducharan y los cenaran.

Y hemos terminado un fin de semana repleto. Completo. Con el estómago lleno y el firme propósito de empezar un cierto régimen, que la pancha del que suscribe empieza a tomar cierto volumen y luego, claro, en verano iré a la piscina y el Bicho a berrido limpio me preguntará delante de todo el mundo: "¿papi que es eso que te ha salido en la pancha?¿es una pupa?" Y me tocará responder. "No hijo no, es pacheta de papá que está gordo". Así que para evitar males mayores, más vale ponerse a la tarea desde ya, antes que reviente.

Y a poner en marcha la nueva oficina. Y a trabajar y luchar que es lo nuestro. Con Champú que aún no tiene cole (y es que no dan un palo al agua, por Dios, que el jueves vuelve a ser festivo y el viernes hacen puente). En fin, que haremos lo que podamos.