EL OGRO Y LA NUEVA PARRA

Parece ser que se extiende la especie entre los familiares y conocidos, que el menda es un ogro con los enanos. Todo viene a raiz de ciertos comentarios escritos en este blog que a la Parra le suben a la idem, ya que dice que "ya piensan fulanita y fulanito que eres una especie de bestia con los niños...".

Después de esta conversación nos fuimos a dormir. Y Champú se levantó "que quiero un poco de tele con los papas". Y yo le dejo. Y se me acurruca a mi lado y "hacemos peña", mientras a su madre ni caso. Y claro la Parra está por la noche carburando y por la mañana se despertó ¡¡¡¡una nueva Parra!!!! Le pide el Bicho que le ponga una tirita y ¡¡dice que no!! (hay que decir que los dias anteriores la "antigua Parra" le ponía una tirita en una herida virtual. Y claro, el Bicho, que sigue siendo el mismo, ha agarrado un rebote que para qué contar. Le ha durado más allá de la llegada a su cole, mientras decía: "papi yo contigo, yo no quiero ir al cole".

Cuando he llegado de colegiar a los enanos mayores estaba la nueva Parra manteniendo una disputa con Ronron para que recogiera lo que había desmontado. Y Ronron con la cabeza gacha le decía "no,no,no,no" mientras meneaba la cabeza muy enojada. Y el ogro ha ayudado a recoger a Ronron las cosas.

Al ogro le quieren los enanos. Al ogro no se le han partido los dientes del Bicho, cosa que ha ocurrido con la profe que la torea como quiere, no se le hace pipí encima. Y Champú no tiene dudas de los cariños.

¿Y sabeis el truco? Dedicarles tiempo. Mucho tiempo, todo el tiempo posible. Y jugar con ellos y reirse con ellos y entonces, sólo entonces, les puedes exigir.

Ya me he quedado tranquilo.