viernes, 31 de octubre de 2008

NECESITO IR A OTRA CIUDAD

Con este sencilla frase la Parra resume su lucha con la ropa de la Petarda.

Todo empezó con un regalo envenado. Un trapito de colores apagados que le entregaron el día 18 a la Petarda. "¡qué mono, que mono!". Esa fue la fase 1.

Fase 2. Combinaciones de trapito sobre "n" para vestirla, siendo "n" la falda - blusa o ambas, leotardos, zapatos, calcetines y rebeca. Lunes. Compra de varias cosas. La Petarda se resiste pero se las prueba. Fracaso. No hay convencimiento. Martes jornada de reflexión. Por la tarde devolución y compra de alguna cosa. La Petarda no se deja probar. Desesperación. Miércoles por la mañana: se consigue probar algo. Peligro: el Rubiales va con zapatillas y la petarda también quiere.

Fase 3. Entrada en barrena. Compra de distintas cosas con el fin de lograr algún exito. La Petarda está de buenas. Se deja probar. Hay -más que una alegría- cierta resignación. El jueves gran éxito, un chandal que nos gusta a todos. Y las zapatillas a juego con el chandal. La autoestima recupera enteros.

Fase 4. Desesperación. La Parra dice: "necesito ayuda". El ayudante -o sea yo mismo- siempre dispuesto. Pues te ayudo. "El sábado vamos" - digo. Pero a la hora de comer, sufre un ataque de inspiración y dice: "me voy a ver si tengo suerte".

Vuelve a última hora de la tarde. Llama a la puerta. Le abro con una de mis mejores sonrisas. "No he encontrado nada de nada, y me lo he recorrido todo". Me lo creo, la Parra, ya lo sabeis es tenaz. "Lo voy a devolver todo. Se acabó". Se inicia la Fase 5: escapada. A última hora del día ya dice: "necesito ir a otra ciudad, aquí ya lo he visto todo".

Y todos estamos temblando....

jueves, 30 de octubre de 2008

MARI EMPANADILLA

La memoria es un instrumento esencial en el mundo de hoy. Los que tenemos poca, jugamos con una clara desventaja con respecto a nuestros iguales.

Una de las más claras desventajas son los encuentros casuales: "Hola Parramancho cómo estas?" Pregunta el desconocido -desconocido para tí en ese momento-, y claro, uno empieza con una de esas conversaciones absurdas para ver si le llevan a alguan luz. "Bien, y tu?" Y esperas que su ego haga una radriografia del tipo, "mira pues despues de acabar la carrera me metí en un despacho de abogados" Y tu neurona procesa: compañero de la carrera, y ya puedes ir acotando el terreno.

Una de las ventajas es que los que te conocen de verdad te facilitan bastante el camino. Recuerdo que en Roma un día se acercó un chico joven, mucho más jóven que yo, en medio de la calle y me soltó "¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Parramancho!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! que alegría verte!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!". Estuve a punto de contestar: "pues siento no poder decir lo mismo ya que no se quien eres", pero uno es cortés y correspondía al abrazo que me estaba dando. Algo debió ver en mi cara, por que (ya se ve que debió existir algún lazo importante, al menos para él) ya que me dijo: "No sabes quien soy verdad?". Una pregunta tan sincera, necesita la misma contestación sincera: "pues la verdad es que no".

Otra de las ventajas es poder leer una y otra vez los mismos libros y ver las mismas películas. Una vez casi soy tirado a los leones por la Parra, ya que saqué entradas para una peli que habíamos vista el día anterior. Cuando estamos viendo una serie en la tele, siempre se produce la misma conversación:

Yo: "Hemos visto este capítulo?"
Parra: "sí, el lunes, pesao"

Pero la gran desventaja, lo repito son las relaciones sociales. El otro día me dió la Parra una cosa para entregar en el cole del rubiales a la directora que se llama Marien. Me dice la Parra: "dí que es para Marién". Cara de poquer del receptor de la frase. "Que no, que te vas a acordar muy fácil. Acuerdate de Maria Empanadilla y así te saldrá el nombre de Marien". Y allá voy con el recadito de la Parra. Llego al cole, dejo al Rubiales y le digo a su profe: "oye, me ha dicho mi mujer que esto es para la Srta Empanadilla?". "¿Para quién?" contesta atónita la profe. "Sí para la directora, no se llama maria empanadilla o algo así?".

Cuando lo cuento a la Parra. Contestación: "no puede ser verdad". "Que vergüenza". Pues sí fue verdad y la directora ya es la Empanadilla. Y es que la memoria recuerda lo que quiere.

miércoles, 29 de octubre de 2008

OIGA TASEME BIEN QUE ME HUNDO

En estos tiempos revueltos, turbulentos las tasaciones se han convertido en una especie de paño de lágrimas de quien solicita la tasación.

Uno recorre la Provincia con su pena de 1,035 euros/ litro (precio de hoy), que va a 90 Km/h para no consumir, que rumia su rollete mental de "sí, sí saldremos de ésta con paciencia".

La otra -la Parra- rumia la crisis desde lo más profundo de su ser, acompañando a su diligente esposo con la alegre música que son las notas continuadas, rítmicas y gloriosas de un sueño que parece no tener fin.

Llegas al lugar de la visita. Hace 3 años no llegaba pronto nadie. Hoy llega pronto todo el mundo. "Nas, nas. Aquí el chofer, aquí la Técnica", mientras la técnica hace esfuerzos por abrir los párpados y trata de saber donde está. "Hola, aquí el arruinado, que les necesita" contesta el sr.

Subes las escaleras. Casa que se cae a trocitos, porque suele concidir que quien necesita el dinero para refinanciar, es ese mismo Sr que no tiene dinero para arreglarse la casa. "Hice la reforma hace 3 años". "Éste se ha debido reformar el balcón por que otra cosa..." piensas mientras pones cara de interés. Y mientras la Parra pregunta - son sus primeras palabras en el mundo de los vivos- para apuntar la dirección: "Estamos en Torrevieja no?". "No cariño, estamos en Villena". Y razón tiene porque todas las autovías son iguales.

Y llega la pregunta del millón. "¿Cuanto está pidiendo?". Hace 3 ó 4 años te hubieran contestado con 20 pisos en la zona que se vendieron un 20 % más de lo que él está pidiendo. Pero claro, hoy día, no se puede engañar a nadie, y con voz de pena dice: "hombre yo necesitaría tropomil, no se si tal y como está el mercado podeis llegar, pero necesito que me taseis bien que me hundo..." y continúa con una historía muy lacrimógena y tremebuca.

Y vuelves a la misma velocidad, con el mismo precio de la gasolina, con el mismo sonido de fondo de la Parra (que no piede una), pero con la sensación que tú en el fondo aún no estás tan mal.

martes, 28 de octubre de 2008

EL TALIBAN QUE LLEVAMOS DENTRO

El mundo está lleno de "pensamientos únicos". Cada persona se mueve por una serie de principios que considera inviolables, no negociables. El que piensa que "todo se puede negociar, incluso este principio", ya tiene una base de talibán.

El talibán que llevamos dentro aflora en momentos y en situaciones, ¡¡¡y sobre temas!!! que uno pensaba que era un pasota. Talibanes son todos los futboleros cuando mentan a su equipo. Fundamentalistas de una determinada radio o comentarista, sobre los beneficios de vivir en ésta o en otra ciudad, los encontramos a diario. Intransigentes al volante, los hay y merecen capítulo aparte. De religión ni hablamos, por su evidencia.

Si hablamos de los nacionalismos -de cualquier tipo - la intransigencia se revuelve en violencia verbal, en física o en ámbas.

Pero el "Tali" que llevamos dentro sale en lo cotidiano, en hechos que parecen intrascendentes. Me explico: el otro día fuimos la Parra, la Bicha y yo ha hacer la compra al Carrefour. Cuando en ésta familia vamos de compras a dicho sitio, primero hemos de pasar por la caja central a devolver lo comprado la vez anterior. Es un proceso muy enriquecedor, en el sentido literal de la palabra, ya que al devolver lo comprado la vez anterior, vuelves a tener el mismo dinero para gastar. Pero ayudas al PIB nacional con las distintas transacciones, ya que subes los ratios de consumo interno (tan importante para el PIB).

Volvamos a la caja central de carrefour. Dicho establecimiento -estoy convencido - tiene contratados a figurantes que guardan cola en dicha caja con el fin de disuadir al personal de devolver cosas, así la espera se hace tediosa, larga y logran que más de uno desista de la operación. Pero el Sr Carre ha topado con la Parra. Cuando decide algo, ya no hay quien la pare, y además está muy curtida en dichas colas.

Allá que está a la espera de su turno, mientras yo pululo por la zona y voy a un sitio y a otro. De lejos observo que a la Parra le cambia la cara, se trasmuta en "otra ella" bestial, asesina, y le dice a un viejete que tenía "ánimus colandi": "Mire Sr. yo estoy antes que usted, que le he visto llegar, así que se espera" Dicho con una voz fuerte, firme, contundente que yo, que estaba en otra zona me paré dispuesto a esperar lo que hiciera falta. Ni que decir tiene que el viejete se volvió enanito, enanito, tanto que no llegaba ni al mostrador y casi es desintegrado por la vergüenza.

Ya se ve que todos tenemos un pequeño Talibán, con ganas de gresca. El arte de la conviviencia es conseguir que todos nos entendamos.

lunes, 27 de octubre de 2008

EL ENEMIGO ESTÁ EN CASA

Ana N. es una blogger del ciberespacio que ha escrito una entrada en un blog muy sentida, bonita, de esas que se escriben con el corazón, y con mucha cabeza. Es lo que se dice una entrada redonda. Perfecta. Tanto, tanto que durante 30 horas ninguno de los lectores del blog nos hemos atrevido a poner comentario alguno. Hasta que ha llegado Lisa, que a estas alturas ya todos sabemos que es la Parra. Y su comentario no ha debido de estar a la altura, porque a continuación Blue Sky -para enmendar el error - ha escrito: "leche! Que rebién escribes." Es un comentario sencillo de un lector del blog si no fuera porque Blue Sky es el marido de Ana N. Y yo cuando he leido el comentario he pensado "mira igualito, igualito que mi Parra"

Y es que la Parra no pasa una. Pongamos un ejemplo. Ayer dejé escrito en una primera versión "Y la casa se tornó en silencio". Y lo lee la Parra (que es quien lee estos escritos mios, al menos que yo sepa). Y me contesta después de horas para parir semejante frase: "la casa no se puede tornar en silencio. Está mal escrito". "Soy un escritor libre y es un giro literario que me permito y quiero que la casa se torne en silencio", le contesto herido en mi lado creativo. "Pues ponlo como quieras pero no se puede decir". Y claro como en casa manda quien manda, la frase sufrió una reconversión para acabar en "la casa se tornó silencio".

En descargo de la Parra, debo decir que no es la única enemiga en su propia casa. Por ejemplo: comida. La Parra al Yayo: "¿quieres postre?". "No gracias, estoy lleno" contesta el Yayo. "¡¡Pues claro que quieres postre -reacciona la Yaya -.Te tienes que tomar una mandarina o un plátano. No mejor una mandarina que no comes lo que tienes que comer y claro luego pasa lo que pasa!!". Y el Yayo como quien tiene asumida su condición de dime cómo, cuando y donde lo hago, contesta: "Sí, si que quiero postre, quiero una mandarina", Y se la come.

O los Hobbits. Para ir del punto A al punto B. El bajito de Cuenca: "vamos a ir por el camino C que es más rápido". La Maestra: "pues yo iría por el camino D que es mucho más rápido". Como el Hobbit bajito de Cuenca es un osado toma el camino H, para poder escuchar durante los siguientes 20 minutos de su esposa: "lo ves?. Te lo había dicho, si es que no me haces ningún caso..." Pero los Hobbits necesitan un escrito aparte.

Vamos, que salvo Ana N, que por parte de Blue Sky sólo recibe alabanzas, el resto de los mortales tenemos al enemigo en casa y además siempre nos gana.

P.S. Ayer hizo tropocientos mil doscientos cuarenta años que le pedi la mano, el brazo y otras partes en Londres a la Parra. Está loca. Dijo que sí. Y se convirtió en la Parra. Y ya nada.

domingo, 26 de octubre de 2008

TRAS LA TEMPESTAD VIENE LA CALMA

Ya se han ido. Los Yayos. Se han marchado a eso de las cinco de la tarde.

La casa se torna silencio. Como después de un huracán, que se produce una calma tensa. Es como si el tiempo diera un respiro para valorar los daños. O las emociones en este caso. La Parra y la bicha tumbadas en el sofá. Tratan de recomponerse. El Rubiales juega a medio gas, como un juguete al que se le acaban las pilas. La Pachica se sienta a ver la peli que hemos puesto: "Arma Letal 3 ó 4", como una señorita agotada que no puede más.

A las seis hemos puesto la peli de los nanos: "Merlín el Encantador". La Pachica no ha llegado ni al primer encantamiento. Se ha quedado frita. Agotada. Como un soldado después del combate. El Rubiales aguanta, que para eso tiene pilas alcalinas y -como si se acordara de la Yaya- pide cenar cuando son las 6 de la tarde. Pero no pide cualquier cosa: pollo con patatas. Por suerte aún queda y se mete un plato que asusta. Luego a rumiar en la alfombra a bajo rendimiento. La bicha despierta de la siesta, merienda y siestea alrededor del rubiales.

Llegan las ocho de la tarde. Traslado a la Pachica a la cama. Ni ha cenado. Está muerta. Al rubiales -como en un susurro - le digo "vamos a dormir" y me pide que lo lleve en brazos. No llega despierto a la cama. La bicha, pensando que nos hemos olvidado de ella, se tumba en la alfombra como diciendo "pues ya ma llevarán a la cuna". La Parra la traslada. Sigue el silencio que nos ha precedido desde las 5,30 de la tarde....

Tras la tempestad siempre viene la calma. Gracias por la visita.

sábado, 25 de octubre de 2008

LA YAYA

Cuando vienen los Yayos siempre hay fiesta en casa. Especialmente con los enanos. La mucha distancia hace que cualquier tipo de visita de algún familiar, se convierta en un acontecimiento muy muy especial. Pero lo de los nanos con la Yaya y con la Abuelita, no tiene nombre. Y lo de la Yaya es especial.

La Yaya es un elemento que si no existiera habría que inventarla. Es una Yaya de verdad, de las que ya no quedan. Cuando le damos "el manual de instruccíones sobre los enanos (recordemos que la mayor tiene 3 años)" nos mira muy seria, como quien está atendiendo y asimilando toda la información y está dispuesta a ponerla en práctica. Cuando salimos por la puerta, hace lo que le da la gana. Pero lo que le da la gana en el sentido más literal de la expresión. Y los enanos felices claro.

Cuando he llegado a las 9,45 a la Torre, los enanos estaban comiendo cosas. ¿El qué? ¡¡¡Y yo que sé!!! cosas que la Yaya, cual maga, se saca de su chistera que es su bolso. Y en su bolso caben de las cosas más increibles. Pasan junto a la Yaya que está en la cocina y sin que el Rubiales pida nada, sale masticando un poco de "biscochito - magdalena" (para el rubiales los desayunos se dividen en biscochito - magdalena, cereales o galletas, algunos desayunos se componen de todo a la vez). Y con tanta fiesta los enanos felices.

Nos bajamos a la calle, nos arrepetujamos todos en el ascensor y observo que estan dándole a la mandíbula. "¿que comeis?" "Un secretito de la Yaya" contestan muy serios. Y claro ellos felices.

Parada técnica después de Misa y pecera en un bar, y claro, "shumo", cacahuetes y patatas. Ya son las 13,00 horas y aun no han dejado de masticar cosas. Y además promesas: ahora nos vamos a comprar un regalito al Rubiales (que fue su cumple) y a Pachica que le quiero. Y mis hijos felices.

Y al Yayo se le cae la baba con este trejemaneje de su mujer, que no para. Sonríe pensando "menos mal que estan los enanos, porque a este torbellino de señora es para dar de comer aparte", y claro el Yayo feliz y los enanos felices y la Yaya como una niña.

Comen. Macarrones. Plato de tirar de espaldas. Los movimientos de la tropa empiezan a ser un poco pesados, pero la alegría puede más y aguantan el tirón. Café y la Yaya saca un bombón de su chistera. ¿que renacuajo dice que no?. Y todos felices.

Visita a la vecina, que a los enanos siempre les da galletas. Y más locura. Y más risas.

Y llega la hora de cenar: lentejas. Nadie quiere lentejas. Arrojan la toalla como diciendo hasta aquí hemos llegado. Y la Yaya con mucha cara de preocupación mira a la Parra y le dice "Uy!. No quieren. ¿es que están desganados?"

viernes, 24 de octubre de 2008

EL AMOR SIEMPRE LLEGA

El amor siempre llega. Es como el ladrón. Como la gripe. Quizá ni lo buscabas. Quizá lo evitabas. Pero llega. En el momento y en el lugar que menos esperas.

A mí me llegó inexplicáblemente, sin sentido, en la distancia, pero esa es otra historia. Y desde entonces colaito colaito por la Parra (si es que no hay otra).

"Eh! Oiga A que viene esto?" Pues que hoy a estado por aquí un cuñao, que se casa y ha venido acompañado de la susodicha. Y están colaos el uno por el otro. Pero colaos colaos. ¡¡¡Y que dure coño!!! (se puede decir aquí?). Y quien no piense en que el amor de novios dura para siempre, es un viejo, un amargado o no ha tenido una buena experiencia y mis más sentido pésame.

Pero es que hoy me ha escrito un emilio un amigo que tengo digamos que en Tuzukustán. Me dice que está muy enamorado. Y este amigo - que llamaremos Utvir - ha tenido muy mala suerte con el amor: al pobre todos los ligues le salieron ranas: locas, enfermas de la cabeza, con hijos secretos, etc... y ha sido a 3.000 kmts de su casa (que es la mía) donde ha encontrado el amor con una peruana. Y es normal. Y es guapa. Y la conoció en un chat del Tuzukustán para que los argentinos se conocieran entre sí en un pais difícil. ¿No será que ya le había llegado la hora?

Ejemplos hay muchos. Tengo un amigo que prometió que hasta los 30 no se iba a dejar enganchar por nadie. Tiene 28 y lleva 4 años enganchado de su novia. Y ha perdido la cabeza y el corazón.

El amor, cuando tiene que llegar llega. Y sino que se lo cuenten a la Parra. Cuando le enseñó a un hermano la casa en la que íbamos a vivir después de casados, comentó, "Ahí te vas a vivir? Eso sí que es amor"

jueves, 23 de octubre de 2008

Y ENCIMA SE ENFANDAN

Es común a los mortales casados, que suelen llegar tarde a sus citas. Es igualmente común a los casados que la causa son sus mujeres. Pero no por que se tengan que arreglar, que también. No por que tengan que arreglar a los hijos, que tambien. No por que tengan que arreglar la casa, que también. Es por todo eso y por el famoso 46 XX. Va en la genética. No es machismo. Es realismo, constancia palpable del día a día. Y los amigotes comentan lo mismo.

Tengo la dicha de trabajar con la Parra. Es la jefa. La mandamas. Manda en casa, en el curro, en los hijos. Mi vida es un contínuo si padiño, pa lo que quieras. Y me va bien. Escapo de responsabilidaddes, y eso me gusta.

En el trabajo, no hay niños. No hay casa. No hay arreglo. Pero SIEMPRE soy el que espero en la puerta a que salga. ¿Por qué? Misterios de la ciencia.

"Yo ya estoy preparada" se oye mientras busco a toda cebolla el lugar donde tenemos que ir en Internes. Y lo encuentras. Y te pones en la puerta. Y ella no está. Se ha acordado de nosequé y no está. Y esperas. Y no le pones buena cara.

"Saldremos a las 12,00" Y entra Chichi. Y empieza una retaila de ordenes y dime y diretes. Y son las 12,10. Y no salimos. Y no le pones buena cara.

Incluso con cosas tan importantes como La Misa o el cine, se obtiene el mismo resultado. No es alergia al trabajo. Y claro no le pones buena cara.

Y hay veces que además de la cara dices alguna cosa "un poco borde"......

Y encima se enfadan.

miércoles, 22 de octubre de 2008

PAPA "SONGRIE"

Los niños dicen que son como las conciencias. Pero hablan. Y no tienen paciencia. Y te lo dicen todo en el momento que les interesa.

Por las mañanas uno se levanta como puede. Sobre todo cuando los enanos han dado guerra por la noche.

Unos dias uno se levanta que parece Peter Pan, todo es un cuento de Hadas, donde las cosas van saliendo solas, los niños desayunan, te piden repetir desayuno, se visten casi sólos, tu Parra te da un beso de buenos dias, y entre nubes, todo discurre hacia el pais de Nunca Jamás.

Otros dias son los enanos los que parecen poseidos por otros seres. Deseas tirarlos por la ventana (menos mal que vivimos en un bajo), pero como tú te has levantado de buen ánimo, capeas el temporal como puedes y la jornada matuna de traslado al cole termina más o menos bien.

Pero, ¿y en dia en que todo se atraviesa? Tú mismo pareces poseido por otro ser. No eres tú mismo. Eres la versión macarra, chulesca y grotesca de tí mismo. Ese mismo día suele ser el día que los enanos tiran la leche al suelo, que no quieren vestirse, que no llegas a ningún sitio. Y tú repartes berridos a todo el que se te va cruzando por tu camino, incluida la Parra que se levanta a intentar apaciguar los ánimos y le contestas con una burrada que exigirá perdón cinco horas después.

Es en ese día, en el que los gnomos van cambiando el carácter y se van calmando esperando que tú también te serenes. Y siempre. SIEMPRE, es la Petarda (la mayor, la causante de todos los males), cuando le has terminado de hacer la coleta, la que te dice riñéndote, "¡¡¡¡¡Pero papá, songrie!!!!!". "Ya sonrio hija, ya". "No, songrie de verdad, mírame" Y esboza una sonrisa.

En ese momento, el alien que llevas dentro deja paso a tu ser normal y le sonries y dices, "si estoy contento" y le sonries.....

¿es que te queda otra opción?

martes, 21 de octubre de 2008

PREGUNTAS SIN CONTESTACION

Una cualidad de la Parra es hacer preguntas de cuando en cuando.

Hay preguntas que son inofensivas, en tono normal. Esas preguntas necesitan contestación, pronta diligente y eficaz. No suelen generar ningún tipo de problemática. Yo suelo ser el destinatario de dichas cuestiones.

Otras preguntas son más horribles: el tono suele ser más alto. Suelen tener como sujetos receptores a los enanos, que suelen escurrir el bulto, en plan "a mamá se le ha hinchado la vena y mas vale disimular un rato a ver si se le pasa". La mayor suele ser especialista en este arte y a la tercera vez que le pregunta lo mismo suele contestarle en el mismo tono: "¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Mamá no me lo vuelvas a decir!!!!!!!!!!!!!!!!" mientras abre mucho los brazos, "¡¡¡¡¡¡¡¡¡ya te he escuchado!!!!!!!!!!!!". Suele conseguir -la muy lista de mi hija - que la discusión pase a otro nivel sobre si se debe repetir o no más veces la pregunta y suele acabar con un "iros a la porra" en la que creo que estamos todos los habitantes de la casa incluidos. El rubiales simplemente se hace el sueco, y también suele tener éxito.

Hay preguntas de la Parra que son lanzadas al aire en tono hipercósmico - intergaláctico cuyo destinatario no queda claramente definido. Les suele seguir un gran silencio. Y en esta casa es algo sorprendente. Pero ocurre. Y al silencio le suele seguir una parrafada que tampoco tiene un destinatario y a la vez somos todos. Pero nadie quiere dar el primer paso y todos nos escaqueamos como podemos.

Yo alguna vez he contestado a alguna pregunta hecha en tono muy superlativo, cuyo destinatario no quedaba definido. He utilizado el tono ese de "cariño, yo en mi vida he roto un plato". Y la contestación ha sido clara evidente y distinta: "no era una pregunta para ser contestada".

Entonces, "¿para que sirven esas preguntas?"

lunes, 20 de octubre de 2008

CERTIFICADOS DIGITALES

Hace unos años se crearon los certificados digitales. Eran -se decia por entonces- el modo de saltarse las colas y de hacer las cosas cómodamente desde Internet.

Como era una buena idea, allá que me fuí a la Fabrica Nacional de Moneda y Timbre. El pensamiento era muy sencillo: si estos señores son los que acuñan los euros, su certificado me servirá para todo. Y me saqué mi certificadito de la FNMT y otro para la Parra. Con este certificado podemos hacer cosas tan agradables como pagar impuestos de hacienda, contestar a sus requerimientos, etc...

Tuvimos que trabajar para un banco y nos pedían un medio seguro de operar. " No se preocupen, aquí tengo mi certificado de certificados, el mejordelmundomundial de la FNMT. De tu jefe, del mandamás". "Pues va a ser que no" - nos contesta- "nosotros operamos con el certificado digital de la Cámara de Comercio". Bueno, pues nada, nos lo sacamos.

Vueltas que da la vida. Nos vamos a trabajar con otro banco. En las negociaciones previas: "Necesitais un medio seguro de operar por internet". "No se preocupe. Tengo el Certificado de la FNMT y de la Cámara de Comercio, alguno servirá". "No, es que este es particular y propio". Tan particular y tan propio que no sabemos de donde sale ni quien lo hace. Otro certificado.

La Generatitat Valenciana ha querido potenciar el uso de Internet para la presentación de impuestos, declaraciones, etc... y claro como uno se dedica a estas cosas, pues coge la moto y se presenta en la Delegación de Hacienda de la Generalitat Valenciana para ver como funciona el sistema y cómo lo ponemos en marcha. "Mire usted -digo ya con poca convicción- tengo los siguientes certificados" y se los enumero. "Es que hemos creado un departamento de firma electrónica y certificados digitales y claro, tenemos que potenciarlo..." Y me llevo puesto el diskete de turno con el certificado de marras.

Hace unos meses salió una ley que obliga a las empresas a presentar los seguros sociales por internet ( y pagarlos claro). Visita de rigor a la Delegacion Provincial de las SS. A estas alturas ya tengo claro que hace falta ocupar el puesto de algún funcionario y pregunto: " Tengo el certificado de la FMNT, dela Cámara de Comercio, de la Generalitat Valenciana e incluso uno que no se quién lo ha hecho pero que funciona muy bien". "No mire, para pagar los seguros sociales necesita el certificado digital que emite la Seguridad Social" " Bueno, que remedio, ¿me lo hace?" "Pues mire, la persona que sabe de esto Maripuri, no está en este momento". Me cabreo un poco. "¿Me dice que la ley me obliga a pagar por internet mis impuestos, que para eso necesito un certificado digital que sólo dan ustedes y que en toda la Delegación Provincial sólo una persona sabe como se hace?". El hombre, sin incomodarse, sin cambiarle el rictus, casi con una sonrisa me dice: "Pues sí". Y se pone ha hacer cosas. Llegó Maripuri y me lo facilitó.

Ahora cuando tengo que hacer algo por internet, se me abre un cuadro de diálogo que dice algo así como "escoja el certificado que quiere usar para esta operación", y aparece mi nombre y mi D.N.I. cinco veces más otras cinco de la Parra. Cuando acierto el que toca hay fiesta.

Y este escrito, ¿por qué hoy?: todos lo sabeis, hoy es día de 20, dia de impuestos, y hay que consolarse de algun modo.

domingo, 19 de octubre de 2008

NO QUIERO APARENTAR LO QUE SOY

Es éste un principio de acción bastante universal. Todos hacemos cosas que no van con nosotros, con el único fin de dar una versión de nosotros mismos que no es la más exacta. Así, por ejemplo, algunos señores y señoras muy mayores se visten de forma juvenil, para aparentar una edad menor a la que tienen. Y claro hay a personas que les queda bien y a otras que en fin.....

Este principio tiene una premisa errónea: la gente normalmente no piensa, ni bien ni mal; simplemente van a la suya....

Pero bajo el paráguas de esta forma de actuar, en mi casa - desde el cumple del rubiales - ha muerto cualquier posibilidad de hacer dieta. Me imagino mañana cuando llegue al trabajo y me pregunten: "¿que bien te veo, que has desayunado?" Les contestaré sin cambiar el semblante: "tarta, y antes de que me lo preguntes te diré que anoche cené tarta y merendé tarta. Y que hoy comeré tarta y le he regalado al vencindario tarta para que celebren el cumple de mi hijo. Y aquí se termina lo que te voy a decir al respecto, asi que a trabajar". Y me iré con cierta dignidad.

La frase que da título a esta entrada la dijo la Parra durante una conversación ayer por la noche a la salida del cine ("Quemar despues de leer", no está mal): "A sobrado un poco de tarta" le comento a la Parra como quien no quiere la cosa. "Sí, es que no he querido aparentar lo que soy: una rata, y al comprar la tarta no he querido comprar una de tamaño pequeño. La que he comprado era para 18 personas, y claro...." Eramos 9 personas, una que no come por prescripción médica, y tres enanos de 3 y 2 años. Y con mucha nata, de las que la ves y te engordan sólo con mirarla.

Y claro esta semana de menú: TARTA.

sábado, 18 de octubre de 2008

LAS DESPEDIDAS ETERNAS

Hoy, como sa se sabe hemos celebrado el cumple del rubiales. Todo muy bien. Todo agotador. Todo menos las despedidas.

Nunca lo entenderé. Cuando uno se marcha de un sitio, dice "bueno, un beso a todos, muchas gracias, hasta otra ocasión" y se encamina hacia la puerta acompañado del anfitrión y se marcha. Es fácil y debería tratarse de una operación de entre 15 segundos y dos minutos, dependiendo del nº de besos a repartir y del recorrido desde el lugar de despedida hasta la puerta de salida: en este caso 1,5 metros lineales.

El drama se produce cuando se produce la situación siguiente: "bueno me tendré que marchar" Y entonces uno mismo - a la sazón el anfitrión - piensa: "bien, uno menos" y mentalmente lo tacha de la lista de los que tienen que salir. Pero no hay acciones que correspondan con lo manifestado. Y pasa el tiempo.... y uno empieza con las indirectas: "bueeeeeeeeeeeeenooooooooooooooooo, tendremos que bañar a los niños", a lo que se responde, "pues que tarde que es", y mientras se aproxima a la puerta comienza otra anécdota que durará 5 minutos más. Y tú lo sabes. Y contraatacas: "niños quitaros la ropa que nos vamos a bañar" y te encaminas a dicha labor con la esperanza que a tu salida del baño el horizonte se haya despejado.

Pero no. Hace 45 minutos que dijo que se tenía que ir, pero no se ha ido todavía. Y ya no te quedan argumentos ni indirectas y ya te toca decir: "bueno, muchas gracias por venir a sido un placer, ya nos veremos" y le acompañas a la puerta, sin posibilidad ni escapatoria.

Entonces oyes a tu Parra que dice: "hay hijo, pero que insociable eres".

y tú, en el silencio de los niños dormidos y los invitados fuera de tu casa, piensas, "sí, pero que me quiten este momento..."

viernes, 17 de octubre de 2008

NO SIN MI PARRA

"No tengo nada que ponerme". Esta es la frase más oida por lo maridos cuando les dicen a sus mujeres que tienen un acto social.

En el caso de mi Parra, tiene cierto fundamento. Su última cualidad de globo (se ha hinchado y deshinchado cuatro veces en los últimos tres años, producto de embarazos), le hace possedora de una cierta dosis de verdad.

Cuando uno se encuentra en una posición económica desahogada, la solucción es fácil: visita a la tienda de trapitos de turno y pago del trapito seleccionado, después de cinco horas y tres devoluciones. Pero para hacer eso, necesitarías tiempo, tiempo que - como tienes una posición económica buena -no dispones, ya que tienes mucho trabajo.

Cuando uno se encuentra en una posición economica un poco ahogada, lo que tiene es mucho tiempo, pero no dinero para ir a la tienda de turno.

La última posibilidad es no tener ni tiempo ni posición desahogada: entonces lo que hace falta es revisar la vida de uno y tomar medidas.

Pero volvamos al acto social. "Pues vete tu sólo, no te preocupes". Y claro, uno que vive a la sombra de la Parra, se imagina a la gente muy sonriente preguntando por la susodicha y yo contestando cual robot: "es que se ha quedado con los niños"." Pues que pena" - contestarán con cierta cara de compungidos.... y entonces es cuando uno piensa: "eh!!!!, que estoy aquí, que existo, que yo me alegro de verte..." Pero nada, no eres nadie.

Tampoco puedes comentar con la Parra lo mucho que ha engordado Talito, o el vestido tipo "fulk" del Talita y te quedas en una esquina con sonrisa profident.

Y mucho menos estas preparado para responder al cuestionario a tu llegada a casa: ¿Y quien estaba?¿que vestía?¿cómo era la nueva novia de Tazanito?¿Se nota mucho el embarazo de Ginipita?. Y tu ni idea, que no sabes contestar más que con monosilabos.

Y es entonces cuando decides que no vuelvo sin mi Parra

jueves, 16 de octubre de 2008

EL CUMPLE DE MI HIJO

Hoy la profesora de mi cole me ha dicho: "mañana celebramos el cumple de tu hijo".

Glupss. En situaciones normales, sería motivo de alegría, de ilusión.

La profe de mi hijo -que cumple DOS - no sabe que la bolsa está bajando, que la crisis se cierne sobre nuestras cabezas, y sobre todo, que que caray que el cumple de mi hijo es el sábado y eso me daba derecho a ahorrarme cualquier tipo de invitación a los de la clase bajo el principio antiquísimo "ahhhhhhhhhhhhhh se siente, celebra el sábado y el sábado no hay cole".

Pero no. Ahí la tienes, sonriendo, acariciando la cabeza de mi hijo, mientras le pregunto "¿Y que se trae en estos casos?" "pues una tarta, o lo que querais, en clase somos 24 alumnos MAS LAS DOS PROFESORAS"

El nuevo gasto -que no correspondía- me suena casi a llamada en la puerta de casa de un Sr de traje con una carta muy larga con sellos rojos que dicen ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡moroso!!!!!!!!!!!!!!!!!!, por culpa del cumple de tu hijo no has pagado la hipoteca y te embargamos la vivienda. A vivir debajo de un puente.

Sólo me queda una solucción: llamada de auxilio a la madre. "Cariño, nos toca, lo del sábado no cuela, hay que apechugar. Voy a pedir un crédito para la celebración." Yo es que de natural soy muy poco exagerado y tengo una clara medida de las cosas.

A las siete de la tarde aparece la Parramancha (la madre), con una tarta descomunal en una mano y la calculadora en la otra. "Despues de un estudio - que riete de los del G8 ese - he llegado a la conclusión que los 9,9 euros de esta tarta es lo más eonómico. Y unos bombones para las profesoras.

Por esta vez estamos salvados......