LA HORA DE LA PAPILLA

No se que pasa en esta casa a la hora de la papilla de Lulú. Quizá influye que llora como una descosida. Quizá ayuda que no la quiere ver ni en pintura. Quizá que escupe, se revuelve, gime, te mira con ojos de pena, pidiendo clemencia, con cara de "ya no mas porfi".

Quizá todo eso tenga algo que ver. Pero la realidad es que a la hora de la papilla de Lulú desaparace todo el mundo en esta casa. Se esfuman. Les entran increibles prisas por hacer miles y miles de cosas, las más raras que te puedas imaginar...

"Es la hora de la papilla, ¿quien se la va dar?" pregunto a la Señora y a la Parra. Y suena el eco de mi última palabra "ar...ar...ar...". Se oye el silencio. Nadie por delante, nadie por detrás, y la niña mirándome con cara de corderito degollado con los ojos intentando dar pena, en la silla de Ronron como quien espera su sentencia. Pero no se oye a nadie. Y claro me vienen a la mente las imágenes en las que no me dejaban dar la papilla a los otros (que se las comian a dos carrillos los tres), "porque tu eres muy bruto y lo ensuacias todo".

Pero ahora no. Ahora se ve que tengo bula hasta para tirar la papilla contra las paredes con tal que se la de yo. Injusticias de la vida.

"¿Se la doy yo apesar de que se va a ensuciar todo?" ...odo....odo....odo....odo..... No hay nadie. Pero "nadie" me ha dejado la papilla estratégicamente preparada con babero incorporado.

Y comienzo a dársela. Como casi todos los dias. Y cuando ya estoy en acción, de pronto aparecen aquellas que se han escaqueado para encima hacer comentarios del tipo: "pobrecita". "Es que no le gusta". O lo que es peor a la Señora -que es su trabajo, que tiene cojones el asunto- haciendo monerias a la niña en lugar de darle la papilla. Pero es que a la señora le da mucha pena. Y claro, nosea que se ponga de baja por penitis aguda.

Y como casi todos los dias, le he dado la papilla. Y la verdad es que da una pena ver lo mal que lo pasa....... Y en 4 dias empieza con las papillas. El Señor nos pille confesados a todos.

Hasta mañana. A pasarlo bien.