PROBLEMA LITERARIO

La Parra ha leido el Capítulo I. Me ha exigido el Capítulo II. Buena señal. Se lo he entregado. Lo ha deborado. Quiere más. Mi problema es que sólo me queda capítulo y medio, y claro, me exige que la acabe, que no puedo dejarla sí, que para eso que no le hubiera dado nada, que ahora a escribir y a acabarla. Sólo hay un problema. No me acuerdo. La escribí hace seis años (mas o menos) y no me acuerdo de como debía seguir la trama. Porque es de intriga. De mucha intriga. De tanta intriga que hasta para el autor es ahora mismo un misterio su desenlace. Encima, para no sufrir desengaños no la he vuelto a releer, ya que lo único que hecho ha sido imprimir el primer capítulo y el resto de capítulos a demanda de la Parra, por lo que cuando ella me comenta algo de la novela, tengo un vago recuerdo, más o menos nítido. Además el capítulo tres no tiene título (los otros dos sí) y eso no se si va a conllevar cierto reproche por parte de mi única lectora.

En fin cuestiones literarias a parte, esta está siendo la semana de "crecer por dentro" que dicen cuando no hay nada que hacer; por ser más exactos hemos hecho dos visitas en toda la semana. No está mal. Es decir que hemos crecido muchísimo por dentro.

De los enanos comentar que hoy han cenado de postre fresas. El postre lo han tomado a eso de las 18,50. A las 20 horas les meto en la cama, miro al Bicho y veo que tiene el moflete inchado y me asusto. "Que tienes en la boca?". "Una fresa" me contesta el tio. La tenía dando vueltas desde hace más de una hora.

Hoy hemos pasado la revisión de los 6.000 kmts de Lulú. Cómo cambia el mundo. La enfermera era un chico, el médico una chica y la madre que lleva a su hijo al médico yo. Lulú en perfecto estado. Que la batalla de la papilla de fruta hagamos estrategia para ganarla, poco a poco, porque se nos junta con la papilla de verdura. Esto promete.

Y por hoy nada más. Que mañana será otro día. Hasta mañana. Y lo que esten en estado de "crecer por dentro" mucho ánimo, que todo pasa (eso esperamos).