viernes, 13 de noviembre de 2009

UN DIAMANTE EN BRUTO

Champú es un diamante. Un diamante de muchos quilates. Quizá por pulir, pero diamante de mucho valor. Y es que hay veces que en las Parramanchadas sobresalen las gamberradas, lo que desentona, lo anecdótico quizá porque es más divertido y más fácil de escribir, y se nos olvida o sale menos Champú, porque se porta bien, porque no hace trastadas en plan Bicho o Ronron, porque no es tan pequeña como Lulú. Quizá también por pudor, de no alabar excesivamente a una de las tuyas. Pero si se destacan los defectos aunque sea en forma de anécdota, destaquemos sus virtudes.

Porque la verdad es que Champú es ayuda de su padre, descanso y cómplice. Por las mañanas me ayuda a que Ronron se tome el desayuno, se limpia los dientes sola, se viste sola, guarda su ropa, le quita el pijama a Ronron... Y por la noche le quita el uniforme a Ronron para la ducha y le ayuda en la ducha.

En el coche es la animadora oficial del coche. le come el coco al Bicho para cantar una canción, para jugar a algo, para cantar. Claro que en el lado tenebroso, cuando está de malas se encarga de desmontar el ambiente, de que todos se enfaden, de pegarse con su hermano....

En casa es la imaginadora oficial. es capaz de entretener al resto de los enanos y de lograr que le sigan. También esto tiene su lado oscuro, y es que sino quiere no hay tu tia y todos se ponen en mal plan. Pero esas son las excepciones.

Todos lo habreis notado: en el teléfono es más parecida a su madre que a su padre. Es parlanchina, cuenta cosas, seais quien seais los que llameis a casa ella siempre se quiere poner (siempre que conozca algo al interlocutor). A su padre le imita en que mientras habla al teléfono da vueltas a la mesa del comedor como yo. Manias que tiene uno.

En fin que con Champú se me cae la baba. No lo puedo evitar. Y encima ella ayuda a este babeamiento paterno.

Y nada más. Que descanseis y buen fin de semana para todos. Hasta mañana.

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