Después de tantas emociones, hoy tocaba funcionar con el piloto automático puesto. Al ralentí. Tratando se sobrevivir. Los he tenido que despertar, animar a dsesayunar, se han dormido camino del cole, a la vuelta del cole, viendo los dibujitos.... Y con el estómago hecho puré, porque claro no se puede pasar de la nada en chuches a un sinfin de chuches todo el día. Esos excesos se pagan al día siguiente.
A los que llamaron felicitando al Bicho después de las ocho, ¡¡¡¡parece mentira!!!! Estos niños a las 20 horas están más que dormidos. Y no por obligación, ya es pura devoción. A esa hora están más que agotados.
Y por hoy poco más. Poco trabajo, también al ralentí y pocas ganas de trabajar, que nosotros -los papas- también nos cansamos.
Hasta mañana.
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1 comentario:
No recuerdo la hora pero estaba despierto cuando llamamos nosotros ¿eh?
Fué genial, llamas para hablar con Tiago te acaparan el teléfono las marujiprimas.
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