DE COMO UNA SEÑORA PUEDE TUMBARSE LA TASACION DE SU CASA CON UNA SOLA PREGUNTA

Dicen que quien pregunta no ofende. ¡¡¡Mentira!!!. Este dicho es mentira, falso, no es verdad. Hay muchas preguntas que ofenden.

Estábamos realizando dos visitas para una misma cliente. Pesada. Mentirosa.
Le pregunto: "¿tiene agua caliente la vivienda?".
Me contesta: " sí, por supuesto de gas natural. Y calefacción en toda la vivienda". Y se levanta como para confirmar el dato que me ha dado. Y como uno no se fía, me levanto y voy a la galería:
"Oiga, este calentador es de gas butano", y después de darme una vuelta por la casa "aquí no hay radiadores, no hay calefacción".
"Se los habrá llevado" me comenta más ancha que larga.
"Si se los hubiera llevado estarían los enganches. Aquí nunca ha habido calefacción".

Y de camino de una casa a otra le comento a la Parra: "me cae mal la señora esta, es una mentirosa". Y ella me contesta: "Comprendela. Ten encuenta que es una Agente Inmobiliaria y que es su profesión. Quizá se equivocó de casa al contestar a las preguntas, pues tiene muchas en la cabeza".
Y yo pienso, "pues tiene razón, quizá esté exagerando la cosa".

Vamos a subir a la otra casa y de pronto la señora agente se dirige a la Parra y le dice: "hay no me digas que estés en estado cariño" con una sonrisa de oreja a oreja.

En ese momento se acabó la comprensión. La cara de la Parra lo decía todo. Las mentiras, los engaños, la falsa sonrisa se apilan en la cabeza de la Parra. Las casas de la señora ya no valen un pimiento morrón. Eso le pasa a la señora inmobiliaria por pasarse de lista.

Noticias breves:
- No sabemos nada del dúplex.
- Al Bicho le quitan el diente el miércoles que viene.
- Lulú ya come con cierta normalidad. Se ha estilizado su figura, pues ha debiso perder en torno a un kilo.

Y nada más. A pasarlo bien.