Los pesaos entregando regalos a Champú el día de su cumple.
El único momento del día en el que Champú sonrió.
Tengo que hacer una confesión: ayer perdí los papeles. Me saturé. Exploté. Después de estar toda la tarde sin luz, tener que bajar andando de la Torre, llegar a una casa sin luz (que volvió a las 10 de la noche), y de dormir poco y mal, me salió la bestia que tengo dentro. Y mira que es bestia. Los enanos corrían acongojados de un lugar a otro, mientras la fiera rugía a su paso. El Bicho iba diciendo "perdón papi" pero sin saber a qué debía pedir perdón, Champú repetía: "no lo haré más", pero no sabía qué no debía hacer más. Más calmados, ya en la cama los enanos les explicaba que no pasaba nada, que papá estaba cansado y que ellos a veces eran un poco pesados y los papás se cansan. Y después de un rollo descomunal de quince minutos, el Bicho me dice: "pues entonces perdón papi" y Champú: "¿pero entonces no estás enfadado?". Visto que mi razonamiento había caido en saco roto, por las entendedereras de los enanos les dí un beso con una sonrisa y a dormir. Y esta mañana eran unos niños felices.
Lógicamente he vuelto a esconder a la bestia, con el firme propósito de que no vuelta a salir, porque incluso la cara de la Parra era un poco de "éste está poseído, po Dios, ¿y mi marido?". Pero sí, yo también me canso.
Bueno, a pasarlo bien. Estamos en la "operación Losmadriles" y todo lo empapa en esta semana. El estressssssssssssssssssssssssssssssss de la Parra aumenta por segundos. Yo me dejo llevar en esto que es lo mío.
Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaadios.
2 comentarios:
Tío, por qué enfadarte, si así ofendes a Dios, pasas tú un mal rato y al final tienes que desenfadarte??? (no es textual)
idiota!!!!!
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