No ha aguantado más. La Parra se ha dejado de chorradas y de teorias sobre la no conveniencia de ponerle chupete al niño y el silencio ha entrado en la casa. Un silencio que da miedo.
Además que tiene de bueno que el resto de la tropa se puede dedicar a ponerle el chupete. Total que el Patato ya es Patato del todo. Lo que le faltaba era el chupete en la boca. Pero ha llegado la paz a esta casa. Y el silencio. Salvo a las 8 de la noche que siguen los cólicos. Pero como antes no ha llorado son más llevaderos.
Y hemos tenido tutoría de Ronron. Realmente es la niña del exorcista. Lo bien que se porta en el cole, que la profe está encantada con ella y en casa... Menos mal no hemos sufrido merma en la autoestima como padres.
Y poca cosa más. Mañana será otro día. Hasta mañana. Que os lo paseis bien.
martes, 23 de noviembre de 2010
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