martes, 25 de octubre de 2011

LA GRAN CATARATA

Es lo que tiene cuando no tiene pasta. Se nos ha estropeado el grifo de la cocina, que se suma a las 4 ruedas de este mes, a la puerta del armario que se le cayó a la pobre Champú cuando abría la puerta ayer, a la tele de la sala de estar que ya no se enciende desde el domingo y por lo tanto ya no hay ni dibujitos ni nada de nada.

Y claro, la máquina de hacer dinerito está estropeada, por lo que para cambiar el grifo de la cocina he llamado al seguro de la casa para que me lo arreglaran de patilla. Me dan presupuesto: 70 euros. Viene el fontanero del seguro y me dice que si no es por la compañía que me cobra 50 euros. Voy a Leroy Merlyn y me dicen que me lo instalan por 30 euros. Y antes de comer decido que eso de cambiar el grifo no debe ser tan difícil y lo hago yo.

Efectivamente cambiar el grifo de la cocina no es difícil. Es incómodo. Y claro, uno que no es muy ducho en la materia, cierro lo que creo que es la llave de paso del agua fría y caliente. Pero en lugar de cerrar el grifo del agua fría cierro el paso del agua al lavaplatos, por lo que cuando saco el latiguillo del agua fría empieza a salir una catarata de agua. Y claro me da la risa. Pero nada que una buena fregona pueda secar. Y la ropa a tender. Y nos hemos ahorrado 30 euros del fontanero. Un gasto menos. Y esperamos que esto no siga, porque se nos cae la casa encima.

Y mañana será otro día. Hasta mañana. Ciao.

No hay comentarios: