Lo que es normal no siempre es lo habitual. Ni siquiera está valorado. Pero la realidad es que hoy hemos podido ir a un festorro, en el que nos lo hemos pasado de vicio, gracias a quelos Itos nos han cubierto.
No se valora el valor de los Itos, Yayos. Nos e valora porque están cerca y parece que no les supone esfuerzo. Pero es de agradecer.
En nuestro caso que implica 160 kmts de ida y otros tantos de vuelta es de muy agradecer.
Pero el valor del hecho es el mismo: cuidar de los nietos en una jornada ludofestiva para los padres de las criaturas. La única diferencia es que en unos hijos no supone desplazamiento de kilómetros ya que son vecinos de los Itos/ Yayos y con un "aquí te los dejo que tengo cena/comida" todo queda arreglado.
Pero es un gozo que hay que agradecer. Es una suerte, tener a los Itos/ Yayos, a disposición.
En nuestro caso, por lo que nos supone, que es una paliza de kilómetros, gracias Itos por la visita.
Mañana las fotos. Un abrazo. Hasta mañana. Ciao.
sábado, 15 de octubre de 2011
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