domingo, 30 de septiembre de 2012

NOS HA TOCADO LA LOTERIA

Nos han cambiado el Párroco. Nada que reprochar al anterior. Desde el principio, el buen sacerdote, fue sincero con nosotros: "Esque no puedo predicar con los niños". E iniciamos una travesía en el desierto de las parroquias de nuestra ciudad buscando alguna que nos cobijara en su seno. Ha sido una travesía dura y difícil.

Pero parece que ha terminado nuestro destierro. Hoy le he dicho la Parra: "vamos a nuestra parroquia a Misa y así vemos la cara que pone el sacerdote cuando vea cómo se comportan los niños. A ver si logramos ir todos juntos".

Y empieza la Misa. Y los mayores muy bien, pero los dos pequeños, a su rollete, liándola. Y llega la homilía y empieza el párroco: "Me gustaría que entiendierais todos que la casa del Señor es tan casa de las personas mayores, como de los niños. Y los niños en su casa se comportan como quieren. No quiero que sufran ni los padres ni los demás feligreses. Los demás deben alegrarse de los niños en la Casa de Dios, porque son el futuro. Así que si los niños quieren subir al altar a jugar me harán compañía y serán bien venidos". Ha sido como un respiro. Como respirar aire fresco.

Y al finalizar la Misa nos hemos presentado. Y lo ha vuelto a repetir. Y ha hablado con los niños. Y los niños con él. Ha sido animante. Ya tenemos Parroquia y es la nuestra.

Y por hoy nada más. Mañana será otro día. Hasta mañana. Ciao.

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