domingo, 25 de septiembre de 2011

GENEROSIDAD EN EL CARREFOUR

Últimamente el ir compras al carrefour, se está convirtiendo en una actividad llena de sormpresas. A parte de lo que los enanos gonorrean sin nigún tipo de vergüenza, ahora se junta la generosidad espontánea.

Hoy me ha asaltado un hombre en el parquing: "Mire, perdone. Hace mucho tiempo que le veo comprar con sus hijos. Veo como los trata y como le tratan, lo que le obedecen y ayudan (... parentesis de pudor de ese). Y hace ya dos sábados que vengo con ésto -dice mientras me enseña dos bolsas de basura repletas- para dárselo, porque no veo mejor destino para los peluches de mis hijos ya mayores, que su familia". Y a continuación descarga los peluches en el carro vacío. Y mis ojos se ponen como platos.

Como es lógico agradezco el detalle, mientras en mi interior pienso "si entran los peluches tenemos que dormir todos en el coche", por lo que aún no han bajado del coche.

De momento es gracioso. Suben los niños al coche y se topan  con un coche lleno de peluches. Lo tenemos que donar. Ya se lo hemos explicado a los niños: hay que darlos a nos niños que no tienen ni peluches ni na de na. Claro que el Bicho dice: "pero papá nosotros somos pobres, nos los podemos quedar". Y yo, "no cariño, nosotros somos pobres respecto a los de tu cole, que son muy ricos, pero existen niños que no tienen ni comida para comer, que son pobres de verdad". Y se conforma.

Y por hoy nada más. Mañana será otro día. iao.

No hay comentarios: