Siguiendo una tradición en la familia, Tato ha pedido el diente delantero. La paleta izquierda. Vamos la misma que el Bicho y con la misma edad. Ya tenemos a los dos hijos varones mellados. Y no se ha caido. Esta vez al menos. Ha sido probando ropa. Se ve que se le ha enganchado en la botonera de un nicky y ha saltado.
Hay que reconocer que ya lo tenía algo suelto. Pero ha terminado de salir.
Y se ha metido en la cama agarrando el cofre en el que se guarda el diente para que el ratoncito perez no se vuelva loco buscándolo. Y mirándolo mucho. Y con una ilusión de locos.
Y por hoy nada más. Mañana será otro día. Hasta mañana. Ciao.
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