sábado, 2 de julio de 2011

LA MARCHA NORMAL

Han empezado el curso de verano. Con éxito. A la salida del curso, los niños lloraban por ver a sus padres que querían ir con sus papás y sus mamás. Menos los nuestros. El Bicho, al verme, se puso a llorar desconsoladamente, porque quería comer en el curso de verano y n o quería irse conmigo. Claro, de cara a la galería, todos debían pensar, "pobre niño, con tantos hermanos debe ser muy desgraciado". Pero el Bicho es así.

Cuando nos fuimos de casa de la Yaya, no me dejó ni saludar a la Yaya. Con la maleta en la mano, se fue hacia la puerta y empezó a decir: "vámonos, vámonos, que quiero irme a casa". Y claro la Yaya, con cara de será posible este tío el morro que tiene. Y es que es de los que pasa página y vive el momento. Vamos que no tiene problemas.

No así Ronron, que lloró porque quería irse con su Yayitaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa. Y ésta parece que no tiene corazón, pero sí que lo tiene, y muy grande.

Y hoy hemos bañado al Patato. No tengo fotos, ya que estaba en el agua y la Parra preparando la comida del enano, pero ha llorado cuando ha entrado para luego divertirse como un enano.

Y por hoy nada más. Hasta mañana, que será otro día.

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