Que los hijos sepan escribir es una bendición. Abre un camino de castigos no muy agresivos, que permite hacerlos con sonrisa incluida y que a la larga son muy efectivos.
No obedecen a la primera: 25 veces escribir "obedeceré a la primera". Además se gana en tranquilidad.
La única pega es que champú es muy rápida y 10 minutos lo tiene todo escrito.
Esta tarde han estado escribiendo los tres: Ronron: 35 veces "obedeceré a la primera". Bicho 50 veces "no pegaré a mis hermanas y menos a Champú" y Champú "no contestaré" 35 veces.
No está mal.
Y mañana ya veremos lo que hacemos. Desde luego descansar.
Y por hoy nada más. Mañana será otro día. Hasta mañana. Ciao.
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