Hoy hemos hecho meriendiceni piscinera, ya que necesitamos que Ronron se suelte rápido para dar un poco de respiro a los progenitores.

Desde luego la que da respiro de verdad es Lulú que de su balsa de piscina de peques no sale ni a tiros. No quiere manguitos, pero no quiere salir de la piscina pequeña. En cambio Patato pasa de todo: se mete en el agua y si se hunde no hace nada esperando que lo saquen. Y si tardas en sacarlo, no pasa nada porque sale partiendose de risa y tosiendo como un loco, porque se ha tragado media piscina. Pero miedo, lo que se dice miedo, no tiene ninguno.

En fin. Estamos otra vez en ese impás característico de no hacer nada a la espera de que lleguen cosas. Aunque tenemos nuevas lineas de negocios en marcha que vamos a ver hasta donde llegan.

Y por hoy nada más. Mañana será otro día.

Hasta mañana. Ciao.