martes, 5 de junio de 2012

EL PRECIO DEL ORO

Ayer se me escacharró la medalla. La del Escapulario. La buena. La de oro.

Hoy he ido al dentista, al centro de la población con mi moto. Y como he salido pronto, he pensado: "mira como tengo tiempo, me acerco al Corte Inglés, compro otra medalla, que lo del sábado irse al Cielo no está mal, pero hay que tenerla puesta".

Lo del Corte Inglés era con premeditación y alevosía. En siendo como uno es muy pobre, para estos casos píos, pensaba yo hacer uso de mi tarjeta de dicho establecimiento cuyo pago me adelanta mi también piadosa madre, a la que podría aplacar los berridos a la llegada del cargo con arramucos y achuchones piadosos y tiernos, y el consabido "no te preocupes que te lo pago", con cierta esperanza de ablandamiento maternal con su niño, o sea yo.

Todos estos pensamientos los tenía cruzando Maissonave, porque en esta ciudad ya sabéis que nunca estás en el centro que toca. "joyería?". "Está en el otro centro" Y para allá me encaminaba.

Y todos estos pensamientos tenían una premisa errónea: el precio de la cadena.

Llego al otro centro del Corte Inglés y me atiende excesivamente solícita una dependienta. Saco mi maltrecha cadena y digo: "quiero otra igual". Y me la saca. Y me la pruebo. Y me queda bien. Y ya me la voy a poner cuando le hago una pregunta tonta: "¿Y cuanto cuesta?" Y me contesta con una sonrisa "457 euros". Patatús. Esto ni la madre que me parió lo soporta. El berrido lo podría escuchar sin ni siquiera usar el teléfono. Me marcho como entré, mientras pienso que todas mis cosas que se rompen últimamente cuestan 400 euros: la tele, la cadena....

Iba ya resignado camino de mi moto, cuando veo una joyería "Gomis e hijos" famosos por los atracos que han sufrido. La misma operación, pero para abreviar le digo: "necesito sustituir mi cadena maltrecha por otra igual pero que no cueste 400 euros". Y la señora me contesta: "arregla la tuya". "¿Se puede hacer eso?". "Se puede. Cuesta 20 euros". "Pues hágase".

Y me voy muy contesto. Y encima mi augusta madre podrá seguir con sus millones en la cuenta que los 20 euros los pagaré yo.

La pregunta es: ¿por qué no me dijo la del Corte Inglés que arreglase la cadena cuando se la saqué?. En cierto sentido me he sentido engañado por tan insigne casa. Mientras que Gomis e Hijos, atracados infinidad de veces, han sido honrados.

Por otro lado, hoy hemos piscineado todos juntos. El Patato ha sido el que más ha disfrutado.

Y por hoy nada más. Mañana será otro día. Ciao. Hasta mañana.

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