TERREMOTO EN LA GESTORIA

Hoy se han convulsionado los cimientos de la Gestoría, los de la familia y los de todo el mundo. Ha llegado un correo electrócino del Colegio de Gestores en el que se informa del alta como gestora de la hija del concesionario de Denia. Lógicamente he descolgado el teléfono y lo he preguntado.

Y sí, después de 13 años dejarán de ser clientes de la empresa. Cosas de la crisis. Necesitan ahorrarse nuestros honorarios. Es lógico. Nada que reprochar y sí mucho que agradecer. Terminaremos bien, pa que vuelvan.

Claro, aquí el que pierde en Toni. Y nosotros. Pero sobre todo Toni, que es el que cobraba de lo que se sacaba del concesionario.

Y he convocado a la que ha abierto en San Juan una sucursal de la empresa para decirle que espabile, que necesito clientes. Y depronto se descuelga con que hace unos meses le ofertó el gerente de un grupo de tres concesionarios grandes el ser su gestora, y ella dijo que no, porque no le interesan los grandes clientes.

Así que va a hablar con él para pasarnos el cliente. Es lo que tiene portarse bien con la gente, que al final la gente agradecida te lo recompensa. Aunque luego no salga, ya que se moleste con la gestión vale la pena. Y se deja en la recámara otro concesionario por si falla el grupo.

La gestión iba a ser esta tarde, pero el gerente no estaba, por lo que va a atacar mañana por la mañana. Así que todo el mundo a rezar para que salga. A ver si de un desastre sale una cosa aún mejor. Que los concesionarios son todos de la ciudad.

Y los niños bien todos. Se han ido todos menos Tato a la piscina de un amigo de varios y nos hemos quedado jugando a los clics Tato y yo. Muy divertido.

Y por hoy nada más. Mañana será otro día. Hasta mañana. Ciao.