HEMOS SOBREVIVIDO

Ha sido un fin de semana más que intenso. Increible. El sábado nos levantamos a toda prisa para ir a comprar ya que a las 11 teníamos un cumpleaños. Del cumpleaños salimos a las 15,30 para ir a casa a cambiar ropajes a  los que lo necesitaban e ir de cumple a las 17,00 horas. Allí yo me quedé con los dos pequeños, que se quedaron durmiendo (ellos y yo). A las 21 horas llegaron los cumpleañeros y a dormir. Noche corta que se adelantan los relojes y dormimos menos.

El domingo nos levantamos con un día de esos que matan de placer: sol, calorcito... tanto que los niños reclaman bicis... pero claro, o Misa o bicis y la piedad obliga. Les repito que para ir en Bici hay que ir a Misa el sábado por la tarde, porque somos muchos y todo en una mañana no nos da tiempo.... a ver si el sábado puedo ir a Misa el sábado yo y así llevarlos en bici el domingo....

El lunes no se levanta ni la charito. Todos dormidos. Despierto a Lulú y la voy poniendo en las distintas camas de los hermanos para que les despierte, que es siempre más dulce la hermana que el despertar del padre o la madre.

Y deberes, y preparación del cumple de mamá que cumple el miércoles.

Y por hoy nada más Hasta mañana.