SENTIRTE TRAICIONADO

Cuando las instituciones en las que tienes depositada toda la confianza hace algo que te parece raro, siempre piensas que el problema es que no lo has entendido. Como confías en dichas instituciones, llegas al convencimiento que eres tú el que se equivoca y que no tienes todos los datos. Y vuelves a dar a estas entidades toda tu confianza.

Una de esas entidades son los coles de los niños.

Pero antes de ayer, ya pasaron una linea que supera todos los filtros de excusas que puedas aplicar.

So capa del confinamiento, han decidido obligar a comprar a todos los alumnos un chromebook entre 3º de primaria y 4º de la ESO.. En mi caso me obligan a comprar 5. Sí 5.

Pero ahondando un poco más en el asunto, no vale que tú tengas 1. No. Sólo el que ellos dicen y al precio que ellos dicen.

Rascando un poco más, descubro que mi mismo ordenador que me vende mi cole es 120 euros más caro que el que vende el King College de mi misma ciudad. Es decir que pago 5, cuando por el mismo importe en el otro cole podría comprar 7.

Les ha dado igual que los alumnos han comprado en el confinamiento aparatos (los que han podido, que no es mi caso, que me los han prestado) para poder seguir las clases online. Da igual que el clamor sea grande entre los padres. No han preguntado a nadie. A fecha de hoy no te dan opciones.

Sólo la cara de imbécil que se te queda, porque has puesto la confianza en instituciones que no lo merecen.

Seguiremos, porque mis hijos irán sin esos aparatos al cole a ver qué pasa. 

EN GUERRA CON CHAMPÚ

Estoy en guerra con Champú. Le han dado las notas de la última evaluación y le he dicho que ya no estudie más.

Pero ella se esconde de mí y es incapaz de no estudiar. Y estudia para los finales. ¿Y para qué? Si no puede subir más nota, y los finales no pueden bajar.

Pero ella, erre que erre. Que quiere acabar bien, que por 5 días más acaba a lo grande.

Y yo, que no, que no estudie más, que no hace falta. Que se lo ha ganado...

Si todos mis hijos fueran igual.... a alguno le digo eso, y vamos, no toca un libro más hasta septiembre.

Pero Champú es mucho Champú. Morirá recta como una vela. No es capaz de "pasar de todo". ¿Es bueno?¿Es malo? No lo sé. En mi produce cierto desconcierto, porque yo no soy así. Mas bien todo lo contrario.

Pero bueno, cada uno es como es. Pero este fin de semana mi misión es hacerle la puñeta para que no pueda estudiar. A ver que consigo.

Buen fin de semana!!!

TATO Y EL ITO

Dicen que los extremos tienden a unirse. Es lo que pasa con mi hijo pequeño y mi padre. Tenían una complicidad que no es fácil de explicar. Tenían ¡no!. Tienen, porque Tato sigue con su Ito siempre presente. Busca fotos se los dos para ponerlas de fondo de pantallas, se acuerda los 20 que hace tantos meses que falleció, etc.

La causa puede ser que Tato es muy cuadriculado, pero mucho. Y el Ito le daba mucha seguridad, con su forma de hablar y actuar. Y junto a esa seguridad, tenía un requiebro, un "ahora te voy a romper todas tus cuadriculaturas" que en Tato producía una profunda admiración y cariño. Y eso en Tato e nota mucho. Pero mucho. Y se generó una corriente de admiración y cariño mutuos, que han durado y durarán siempre.

Porque Tato es así: o te ama o pasa de tí. Si entiende que no hay manera, te aparta, te obedece pero no se entrega totalmente. Pero si conectas...... entonces se da totalmente, desinteresadamente.

Es cuestión de carácter. Y Tato tiene un rato. Pasa con sus profesores: los tiene que los llevará con él para toda la vida, y los hay que pasarán por su vida sin pena ni gloria. Como si no hubieran pasado.

Y en esto es único. Bueno tengo un hijo que es igual, pero sólo con los amigos.

Son seres viscerales. Y con estos tenemos que trabajarnos la educación y la vida.

Es decir, muchas paciencia....

JUGANDO A MEMORION

Ayer inventamos un nuevo juego. No lo voy a explicar porque es complicado. Pero la idea es que jugamos el de 9, la de 10 y el de 14 años.

Y el juego era memorizar acontecimientos de la historia. El caso es que dada la disparidad de edades, se hacía necesario maniobras para hacer trampas, por mi parte, para intentar equilibrar la variable de la edad.

Y en ese intentar equilibrar con más manga ancha para los pequeños en sus respuestas, es donde se generó el lío. Porque claro, el mayor pensaba que estaba haciendo trampas. Y tenía razón. Y a pesar de intentar aclararle que era para intentar igualar el juego y que no arrasara, fue imposible. No lo entendía.

Tenía que ganar él, porque era el que más sabía. Y punto.

Y es que, por regla general, el hombre es un ser competitivo. Le gusta ganar y punto. Como dice un amigo mío del baloncesto, lo que "lo importante es participar y divertirse" es el consuelo de los segundones.

De verdad, que no tenemos remedio.

Mañana mas.

VIDEOS DE CUARENTENA 1

Aquí tenéis el primer vídeo que hicimos en la cuarentena hace ya 3 meses. Nos lo hemos pasado bien haciéndolo.

Que lo disfruteis.

AVANZANDO HACIA LA NORMALIDAD

La economía manda. La nuestra, la de esta casa está en números no rojos, sino que ya ni hay números para expresar el estado de esta casa.

Pero se ve que el estado está en la misma situación, porque ya hay prisa por volver a la normalidad. Hay mucha prisa.

A ver si con esas prisas, todos ganamos algo y el COVID no vuelve a avanzar.

De deseos también se vive.....

Necesitamos trabajar otra vez y cuanto antes.

Mañana más.

EL MONSTRUO

Todos tenemos uno. Es eso otro yo que nos sale en los momentos en los que nos ponemos tensos. Normalmente, lo mayores lo solemos controlar habitualmente. Es lo que se suele llamar mal carácter, pero en realidad es el "yo desatado", el de la mala leche.

La diferencia entre la adolescencia y la madurez es el control del monstruo. Cuanto más mayor es una persona menos aparece. Sólo en contadas ocasiones.

Pero cuando uno es adolescente, o preadolescente, el monstruo suele ser parte de uno mismo. Suele cohabitar con el individuo.

En esta etapa dela familia estamos en la fase "dejar al monstruo en el techo". Le he explicado que el "otro yo" quiere dominar a seres buenos, dóciles, obedientes, para convertirlos en contestones, mal educados, fastidiosos con sus hermanos, haciendo la convivencia imposible. Por que los monstruos saben que si se hacen con el control de uno de los miembros de la familia, podrá controlar más fácilmente al resto. Incluso a los mayores.

Pero no!. La batalla es no dejarle entrar en el cuerpo. Que no domine a ninguno de la familia. Que sigan por el techo aburriéndose.

Y para ello, la receta es la paciencia, el buen humor y estar alerta.

¿Y cuando es más fácil que los monstruos dominen a uno? Es muy fácil: al despertar, que tenemos la guardia baja, antes de un examen que estamos centrados en el mismo y por lo tanto las alertas están desactivadas y cuando uno ha tenido un echo que le ha contrariado. Son momentos en los que las alertas están ocupadas en otros menesteres.

Pero la lucha por la convivencia en un espacio pequeño, es siempre la misma: que los monstruos no entren en ninguno de los ocho de la casa.

Lucha complicada, pero posible. ¡¡¡A por el monstruo!!!

A pasarlo bien!!!!